lunes, 12 de noviembre de 2012

EL INVIERNO DEL MUNDO, de Ken Follett


DATOS TÉCNICOS: 


Título: EL INVIERNO DEL MUNDO
Título original: Winter of the World
Trilogía: The Century, Tomo II
Autor:  Ken Follett
Editorial: Plaza & Janés
ISBN: 978-84-0135-319-2
Páginas: 960
Presentación: Tapa dura con sobrecubierta




Como lectora, no hay nada más agradable que empezar una trilogía teniendo la continuación del segundo tomo a mano, del mismo modo que resulta deprimente saber que tendrán que pasar dos años para terminarla, porque hasta ese momento no se publicará la tercera parte. Pero bueno, como dice el dicho, que nos quiten lo “bailao”.

Pues bien, la reseña de hoy corresponde a la novela El invierno del mundo, la segunda partes de la trilogía The Century y la continuación de La caída de los gigantes. Es por ello que, si no has leído el primer tomo y no te gustan los spoilers, deberías abandonar la lectura de esta reseña, porque es imposible evitarlos, más cuando esta novela, más allá de considerarla histórica o no, como explicaré a continuación, es una novela de personajes, integrada por varias sagas familiares que tienen su origen en el primer libro y evolucionan a lo largo de este segundo, tanto por los conflictos que viven los personajes como el que ahora es una nueva generación quien los protagoniza.

Y dada mi objeción anterior acerca de si la novela es histórica o no, aprovecho la coyuntura de que esta opinión también forma parte de la Lectura Conjunta organizada por los blogs Libros en el petate y Viaja gracias a loslibros, que Fesaro y Lesincele han planeado (y que todavía sigue abierta), para que entre todos aquellos que nos hemos apuntado podamos debatir al respecto, pues considero que, como en los toros, hay división de opiniones, como lo demuestra el acertado comentario que me dejó Mónica-Serendipia y del que no puedo evitar hacerme eco. Os lo transcribo esperando me digáis vuestro punto de vista:

Indiscutible que Follett es un gran novelista, un maestro del entretenimiento, pero para mí no es exactamente novela histórica, en este caso, lo que está escribiendo. Más bien novela con ambientación histórica, o en un marco cronológico histórico, no sé si me explico. De todas formas, Follett es único y cualquiera de sus novelas te garantizan, como mínimo, una lectura entretenidísima”.


Y es que no puedo estar más de acuerdo con ella, lo que me lleva a pensar que la trilogía The Century (aunque  a  falta de leer el último libro imagino que el estilo narrativo se mantendrá, utilizando los mismos recursos) es el mejor ejemplo del término acuñado en su día por Unamuno, recogido por la R.A.E., al referirse a la intrahistoria, porque como bien dice Mónica, es la vida de los protagonistas, su relación con los conflictos en los que intervienen, la que sirve de escenario para mostrarnos lo que la historia nos ha revelado con el discurrir de los años por distintas vías y formas. Pero también tengo que destacar que si hay algo grande en esta novela (y en lo que llevamos de Trilogía), es que Ken Follett ha sabido estructurar el maremágnum de información y documentación existente sobre nuestro pasado reciente de una manera amena y atractiva.


ARGUMENTO:

Al término de La caída de los gigantes, nos encontramos con una Alemania que sufre los estragos del Tratado de Versalles, mediante el cual el país y sus aliados, además de asumir su responsabilidad en la guerra como agresores, perdiendo su imperio colonial, tendrían que satisfacer una serie de requerimientos –sociales, laborales y económicos- que llevaron a la población civil a grados de miseria desconocidos hasta ese momento y que dentro del estado se convertiría en el caldo de cultivo que generaría el nazismo y el posterior asalto al poder de su máximo representante, Adolf Hitler. Porque aún antes de ser firmado el Tratado, el país ya estaba dividido, enfrentándose la derecha y los nacionalistas, que no aceptaban sus requerimientos bajo ningún concepto y los socialdemócratas, más interesados en pulir las cláusulas del mismo, aunque sus intenciones cayeron en saco roto. De ese modo, el nazismo se hizo hueco aprovechando la fisura creada por la situación.

De ese modo, el relato se inicia en Berlín, en 1933, una ciudad –y por extensión, un país-, dividido entre la propaganda nazi y el espanto, con un Hitler ya convertido en canciller. Allí nos encontramos con la familia Von Ulrich, que vive con estupor estos tiempos de agitación y represión. Mientras Walter defiende una democracia a punto de extinguirse desde su escaño en el Reichstag, Maud trabaja para un periódico, publicando artículos que ridiculizan al mismísimo Hitler.

También viajaremos a un Londres que observa anonadado el panorama político europeo y que según qué familia (Fitzherbert o Leckwith-Williams), toman partido por según qué opción. Sin olvidarnos de los Peshkov (rusos o americanos), que han prosperado claramente con respecto a sus orígenes, aunque unos con mayor conciencia social que otros. Posiblemente, donde menos cambios veamos sea en la familia Dewar, excepto los puramente habituales en el discurrir de una estirpe dedicada en cuerpo y alma a la política.


LAS FAMILIAS CRECEN…

Como en el primer tomo, al inicio de la novela nos encontramos con una relación de personajes, organizada por las mismas familias y colaterales y sus países de origen. Aunque no los he contado, creo que son muchos más, porque ya se sabe que las familias nacen, crecen, se reproducen y, a nada que haya una guerra, incluso mueren.


◊Familia Fitzherbert (Ingleses): 

Conde Fitzherbert, conocido como Fitz. Como en el pasado, sigue militando en el partido conservador y es miembro de la Cámara de los Lores. Del mismo modo, sigue residiendo en Londres, aunque de vez en cuando hace alguna escapada a su segunda residencia, Ty Gwyn, en Aberowen (Gales). Fruto de su matrimonio ha tenido dos hijos, aunque de un escarceo de juventud con Ethel Leckwith (Williams en aquel entonces) también tuvo otro hijo.

Princesa Elizaveta, de origen ruso, es la esposa del Conde Fitzherbert. Se la conoce como Princesa Bea.

●●Boy Fitzherbert, vizconde de Aberowen, primogénito del matrimonio. Casado con Daisy Peshkov, a la que lleva a militar en la Unión Británica de Fascistas. Tomará parte en la contienda como piloto de la RAF.

●●Daisy Fitzherbert (de soltera Daisy Peshkov), esposa de Boy. Nacida en Buffalo (EE.UU), es la heredera de una gran fortuna de dudoso origen que llega a Inglaterra en viaje de placer tras sufrir un desplante amoroso al que se une la mofa de lo más granado de la sociedad en la que se mueve, para acabar recalando definitivamente allí tras su matrimonio.

●●Andy Fitzherbert, hijo menor

Lady Maud Fitzherbert, hermana del conde, ahora es la esposa de Walter von Ulrich.



◊Familia Leckwith-Williams (Ingleses):

David Williams, minero del carbón y sindicalista de arraigadas convicciones religiosas. Padre de Ethel Leckwith (de soltera Williams) y de Billy.

Cara Williams, esposa de David. Madre de Ethel y Billy.

●●Ethel Leckwith (de soltera Williams), hija de David y Cara. Madre soltera, como consecuencia de una aventura con el conde Fitzherbert, años después se casa con Bernie Leckwith. Es parlamentaria por la circunscripción de Aldgate.

●●Bernie Leckwith, esposo de Ethel.

●●●Lloyd Williams, hijo de Ethel y el conde Fitzherbert, hijastro de Bernie. Al comienzo de la historia es estudiante de Lenguas Modernas en Cambridge, donde coincide con Boy Fitzherbert y Daisy Peshkov en una fiesta. Participará en los tumultos que se denominarían más tarde como Batalla de Cable Street, donde al grito de ¡No pasarán!, acuñado por los madrileños en la guerra civil, los anti-fascistas londinenses apoyaron a la comunidad judía del East End de Londres. Meses después se alistará en las Brigadas Internacionales y viajará a España para participar en la Batalla de Belchite, además de otras misiones como soldado al servicio del ejército británico.

●●●Millie Leckwith, hija de Ethel y Bernie


●●Billy Williams, hijo de David y Cara y, por tanto, hermano de Ethel. Es miembro del Parlamento de Aberowen.

●●●Dave Williams, hijo de Billy

●●●Keir Williams, hijo de Billy



◊Familia Von Ulrich (Alemanes):

Walter von Ulrich, Parlamentario en el Reichstag por el Partido Socialdemócrata.

Maud von Ulrich, esposa de Walter (de soltera Lady Maud Fitzherbert). Fiel a sus principios, sigue siendo liberal en esencia y trabaja en un periódico –Der Demokrat- afín a sus ideales, hasta su clausura por el partido nazi.

●●Erik von Ulrich, hijo de Walter y Maud. Es el tonto necesario de toda novela que se precie. Mientras su familia pasa las de Caín por culpa de los nazis, él se afilia a las Juventudes Hitlerianas para no convertirse en la nota discordante de su escuela. Participará activamente en la guerra, como médico en prácticas.

●●Carla von Ulrich, digna hija de Walter y Maud. Tendrá un peso específico en la historia, ya que las mareas que le faltan a su hermano, parece que a ella le sobran. Pero lo más destacable de su carácter es su valentía y su nobleza.

●●Werner Franck, esposo de Carla.

●●●Rebecca Rosen, hija adoptiva de Carla y Werner.

Conde Robert von Ulrich, de origen austriaco, es primo de Walter. Al inicio de la novela trabaja en Berlín, en un restaurante Bristo, donde actúa como socio junto a Jörg Schleicher. Más tarde se trasladará a Inglaterra, como consecuencia de la abominable situación vivida junto con su socio y Lloyd tras la irregular detención consumada por el Comisario Thomas Macke en su local, mediante la cual primero son trasladados al cuartel de Friedrichstrasse y después a un almacén en ruinas en las afueras de una localidad cercana a Berlín, con aciagas secuelas.

Ada Hempel, criada de los von Ulrich, termina por ser un miembro más de la familia.

●●Kurt Hempel, hijo de Ada.



◊Familia Peshkov: En principio la componen dos hermanos: el mayor vive en Rusia, el menor, en su juventud emigró a Estados Unidos.

●Grigori Peshkov, el mayor de los hermanos, en la actualidad es comandante del Ejército Rojo.

●Katerina Peshkov, esposa de Grigori, en su juventud mantuvo un romance con Lev, de quien tuvo un hijo.

●●Volodia Peshkov, hijo de Katerina, aunque al casarse ésta con Grigori antes de su nacimiento, a todos los efectos siempre ha sido considerado hijo de éste. Desde el principio del relato su actitud tiene una importancia fundamental en los acontecimientos, al estar vinculado a los servicios secretos rusos.

●●Zoya Vorotsintsev, esposa de Volodia.

●●Ania Peshkov, hija de Grigori y Katerina.

●●Ilia Dvorkin, esposo de Ania, es agente de la policía secreta rusa.


●Lev Peshkov, hermano de Grigori, en su juventud emigró a Estados Unidos, llegándose a convertir en un magnate del cine, con inclinaciones mafiosas.

Olga Peshkov, esposa de Lev.

●●Daisy Peshkov, hija de Lev y Olga, se convertirá en la esposa de Boy Fitzherbert.

Marga, amante de Lev, madre de Greg.

●●Greg Peshkov, hijo de Lev y Marga.


◊Familia Dewar (Americanos):

Úrsula Dewar, esposa de Cameron Dewar, ya fallecido, es madre de Gus.

●●Senador Gus Dewar, hijo de Cameron y Úrsula, en su juventud fue asesor del presidente Woodrow Wilson, como después haría con Roosevelt y Truman.

●●Rosa Dewar, esposa de Gus.

●●●Woody Dewar, hijo mayor de Gus y Rosa. Trabaja como ayudante de su padre, aunque al final su vida tomará otros derroteros.

●●●Chuck Dewar, hijo menor de Gus y Rosa, nunca le han apasionado los estudios, por lo que decidirá alistarse en la Armada, siendo destinado a la Base Naval de Pearl Harbor (Hawai).


IMPRESIONES:

El relato se divide en tres partes: “La otra mejilla”, “Los años sangrientos” y “La paz fría” (creo que los títulos son lo suficientemente alusivos como para saber que, teniendo en cuenta que la historia se inicia en 1933 y concluye en 1949, los períodos están perfectamente delimitados, más cuando la descripción lineal en tercera persona de los acontecimientos corre a cargo de un narrador omnisciente, con un estilo lo suficientemente directo como para permitirnos presenciar cada escena que se nos detalla. Cada capítulo, a su vez, se divide en distintas partes enumeradas y en cada una de ellas, la acción nos va trasladando a los distintos escenarios.

Aunque esta novela es una continuación en donde en teoría volvemos a retomar a los mismos personajes y sus descendientes unos años después, he encontrado unas diferencias entre ambas historias que me gustaría recalcar. Por ejemplo, a simple vista es obvio que incluso el tipo de guerra es diferente: mientras en la primera el combate era lo más parecido al cuerpo a cuerpo y se daba prioridad a la infantería y a la lucha en las trincheras, en la segunda intervienen otros elementos (portaviones, bombarderos…),  apreciándose la prioridad que en el período de entre guerras han prestado los estados a la investigación y desarrollo tecnológico armamentístico, llegando al summum con la invención de la bomba atómica por parte de Estados Unidos. Pero también he observado que el tratamiento dado a las “familias” por parte del autor es distinto. En la primera parte, parecía que cada una de ellas tenía la misma relevancia (quizás algo menos la norteamericana, al tratarse de un único personaje el que realmente tenía relación con el resto de la trama), pero en esta parte, si hay una familia clave es la alemana, con el apoyo incondicional de los Franck (Frieda y Werner). No voy a quitarle importancia al resto, pero los hechos ocurridos, no sólo en la Alemania nazi, sino en la postguerra, son tan impresionantes, que es lógico pensar en el papelón que nos ofrecen sus personajes.

Es un lujo, por ejemplo, la narración del incendio del Reichstag, así como todo el proceso del que son testigos tanto los von Ulrich como los Williams (Ethel y Lloyd) basado en las artimañas empleadas por Hitler para acceder al poder de forma ilegítima. De cómo acusaron a los comunistas de lo que ellos mismos habían urdido y de cómo consiguieron suspender la Constitución de Weimar, cargándose de golpe como un efecto carambola la libertad de prensa, la de reunión, actuando como quienes haciendo gala de su patente de corso, pueden intervenir las comunicaciones, suprimir los sindicatos o entrar en cualquier domicilio con el método de la patada en la puerta. Pero estos hechos, como todos sabemos, son sólo la punta del iceberg de lo que se nos irá narrando a lo largo de sus más de novecientas páginas.

Tampoco los rusos son precisamente hermanitas de la caridad, porque si no hubiese sido por los espías alemanes, otro gallo le hubiese cantado a Stalin, que parecía que no se enteraba de nada. Por ejemplo, ¿cómo era posible que Rusia firmase un Pacto de No Agresión con Alemania cuando lo que perseguía Hitler –independientemente de su obsesión por la pureza de la raza- era el expansionismo soviético? Osea, que más bien temprano que tarde acabaría siendo su objetivo. En ese sentido, Volodia es el hilo conductor que nos permite entender qué sucedía en Rusia, como funcionaba y como se formó la red de espías y colaboradores entre la población civil alemana, haciéndonos partícipes, a su vez, de sus luchas interiores durante la Guerra Fría y mucho antes, de su aversión hacia Stalin y su Policía Secreta.

Y hablando de personajes y “papelones”, el que menos me ha convencido es el de Daisy. No me acaba de entusiasmar su evolución en la novela, quizás porque no la vea, claro. Y es que eso de la pobrecitaniñarica a la que la rancia sociedad de Buffalo hace el vacío por las actividades más o menos mafiosillas de su padre y que en un alarde al más puro estilo O’Hara dice aquello de “A Dios pongo por testigo que jamás volverán a humillarme y bailaré con el rey de Inglaterra”, para acto seguido recoger los bártulos y marcharse a Inglaterra con su madre y su mejor amiga, para rematar conociendo al primogénito de los Fitzherbert y convertirse en Vizcondesa por un afortunado golpe de bragueta, pues oye, como que me parece que Follett nos ha metido un gol por la escuadra y de paso se ha buscado una excusa absurda para marcarse un culebrón innecesario. ¿O realmente esta chica, además de conducir ambulancias durante el Blitz como cualquier hija de vecino ha hecho algo más? Bueno, si, algún escarceo amoroso más tan eludible como su afición a las fiestas.

Los escenarios vuelven a ser prácticamente los mismos que en la primera guerra, aunque al final –con la inclusión de Japón, China y Estados Unidos-, se libran batallas en sitios tan remotos como el Frente del Pacífico, como Pearl Harbor o el Mar del Coral. Tampoco hay que olvidar, por las consecuencias que tuvo, el lanzamiento en agosto de 1945 de la primera bomba atómica en Hiroshima, repetido tres días después en Nagasaki, donde murieron más de cien mil japoneses, hecho que provocó la rendición de Japón.

Sin embargo, ya que de escenarios bélicos hablamos, resulta significativo que uno de los marcos elegidos por el autor sea el pueblo aragonés de Belchite, arrasado por la Luftwaffe (Fuerza aérea alemana) en plena Guerra Civil española (1937), donde acuden Lloyd y Dave Williams como miembros de las Brigadas Internaciones, cuando áun la II Guerra Mundial no había comenzado. Obviamente, esto ocurre al principio del relato.


CONCLUSIONES:
Como decía al principio, no hay mejor manera de abordar una trilogía que teniendo los diferentes ejemplares a mano. Ese fue el motivo por el que una vez leído el primero, sólo tardase un par de semanas en comenzar el segundo. De ese modo, los personajes, que son muchos, todavía te resultan familiares y ver como las diferentes familias crecen, te hace ilusión incluso. ¿Cuántas veces nos enamoramos de determinados personajes y nos gustaría que se hiciese una secuela para saber qué ha sido de sus vidas? Novelas como esta te dan esa oportunidad de lujo.

Pero además, es una historia con una trama que te envuelve, que no te da tregua y que merece ser leída, ya que en vez de recrearse en los momentos más duros o morbosos, te permite reflexionar sobre uno de los períodos más duros vividos por la humanidad.











28 comentarios:

  1. este hombre es un genio, tengo ganas de leerlo.

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  2. Me apunto tu reseña para un futuro, pero no he querido ahondar porque aún no me he leido la primera parte y me lo estáis destripando todo demasiado.
    Un saludo.

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  3. Estupenda reseña, y por lo que veo te ha gustado más que la anterior.
    Sobre lo de novela histórica o no, para mí lo es, aunque no sea pura, porque hay que agradecerle como acerca la Historia y lo amena que resulta leyéndole.
    Un beso enorme.

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  4. Pues sí, la verdad es que estoy de acuerdo con eso de que es mejor tener toda la serie a mano, que eso de las esperas se hace muy pesado. A ver si me pongo con esta trilogía, que estoy un poco enfadada con Ken Follett y le tengo algo abandonado...

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  5. Como has dicho que puede haber algunos spoilers para aquellos que no hemos leído la primera parte, he pasado un poco por encima de tu reseña, que no dudo que es bastante exhaustiva, como siempre. Pero me quedo con tu positivísima conclusión y con la convicción de que mi decisión de leer los tres libros juntos cuando salga la última parte es acertada: me pegaré un empacho de Follet, pero seguro que paso algunas horas de lo más entretenidas. 1beso!

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  6. Hola guapa, menuda reseña más completa, me ha encantado. Si llego a leer estos libros, lo primero que haré es ir a tu blog. Un besote.

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  7. Buenas tardes, Kayena. Siguiendo tu recomendación, me veo obligada a saltar esta reseña. Sé que algún día me acercaré a la obra del autor. Además todas las críticas que he leído indican que es una novela entretenida con un trama muy bien construida. Besos.

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  8. Estupenda y completísima tu reseña, me ha encantado. Leí La caída de los gigantes hace unos meses, que me gustó mucho y muy pronto empezaré a leer El invierno del mundo, desde luego después de leer tu opinión no pienso dejarlo pasar mucho tiempo.
    Un beso

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  9. Gracias por avisar de los spoilers, ¡ojalá lo hicieran muchos! porque no he leído todavía ninguno de los dos libros y sí que quiero hacerlo. No he leído la reseña entera por ese motivo pero sí algunos párrafos que no he podido resistir, y como siempre has hecho un reseñón. A mí no me importa que sea intrahistoria, en absoluto, de hecho muchos libros que me han encantado son de este tipo, de la mano de los personajes conocemos el marco histórico y a mí eso me encanta. ¡Y que te quiten lo bailao, jaja!

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  10. Me tengo k poner todavía con el primero.

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  11. Te has currado la reseña muchísimo O_O y la verdad es que coincido bastante con tus impresiones. No me extraña que hayas rescatado el comentario que te hizo esa chica, pues es muy acertado y resume a la perfección lo que el lector se encontrará si lee a Follett.
    Lo de Belchite no me gustó: la Guerra Civil no pinta mucho en esta historia, y o bien podría haberse detenido más en ella o bien no mencionarla, es mi opinión... :)

    Un beso.

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  12. Después de esto, estoy a punto de no terminarme el libro... ¡Es broma! ¡Pedazo de reseña! Como siempre, muy por encima de la media... Besos.

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  13. Hola Kayena, estupenda reseña. Después de leerla dan ganas de abordar el libro.
    Y es lo que haré porque con el primero te quedas con ganas de más.
    Un abrazo.

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  14. No leo la reseña esta vez, que tengo este y le anterior pendientes =P

    Besotes

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  15. Muy buena reseña Kayena, me leí a principios de año el primero y me gustó bastante, así que creo que éste también me entretendrá, aunque más adelante luego no me gusta esperar tanto tiempo para poder leer el siguiente.
    Besos

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  16. Tu reseña es fantástica, coincidimos en la mayoría de impresiones. Yo también he leído los dos seguidos y me han encantado, tienen puntos diferentes pero ambos son muy recomendables, ahora a esperar que llegue el tercero
    besos

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  17. Los tengo esperando desde hace tiempo solo espero tener hueco y así leer los dos seguidos,tal vez en vacaciones los empiece.
    Besos

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  18. A mí también me gustó mucho el libro, creo que el autor sabe construir historias que atrapen al lector. Una reseña muy completa, Kayena. Un beso

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  19. No he leído ninguna de las dos partes pero sí la reseña de principio a fin y parece una trilogía más que interesante. De todos modos esperaré a que esté publicada la última parte a ver si así leo antes varias novelas suyas que aún están esperando a ser leídas.
    Musus.

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  20. Pues yo tengo los personajes de un olvidado... Acaba de llegarme el aviso de la biblioteca, así que el viernes recogeré el libro, aunque aún tardaré algo más de una semana en empezar a leerlo

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  21. Yo hasta que no salga en 2014 el tercer libro de la trilogía no me voy a leer los dos anteriores, porque luego no me acuerdo de lo que me he leído anteriormente, me pierdo cosas... Besos.

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  22. Bueno yo como no leí todavía el primero puedo hacer estos dos de un tirón, lo malo es esperar por el otro pero como no se le puede hacer nada toca aguantar.......
    Un saludo.

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  23. Pues mira no había yo pensado en esa corriente de la que habla Unamuno y ahora reflexionando creo que yo me apunto a esa corriente con respecto a este libro.

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  24. A ver si consigo ponerme con ellos antes de que acabe el año. Besos

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  25. Pues la he leído por encimita que quiero leer este libro prontito, pero hay párrafos que no he podido evitar leer, que la curiosidad siempre puede... Y me parece que voy a disfrutar de esta novela más incluso que con La caída de los gigantes.
    Besotes!!!

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  26. No la he leído (aún) pero sí la anterior y yo diría que es novela histórica en un sentido muy muy amplio: historias individuales y personajes no reales en un marco histórico y mezclados con historias y personajes secundarios reales.
    Por cierto, esta reseña te hubiese servido para el diciembre histórico que organizo!
    Besos

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  27. Ah, qué sabias palabras las de esta Serendipia ;-) Bueno, es que me puede la vena de historiadora, no lo puedo evitar. De todas formas, soy fanS de Follett, eh? Que conste. Me encantó "La clave está en Rebeca" y "Una fortuna peligrosa", por supuesto. Por cierto, que una vez vi una entrevista que le hacían a este hombre en la tele y le preguntaban qué novela, que no fuera suya, le parecía la más entretenida que había leído nunca. Dijo, "La saga de los Otori", y ya os digo que fui de cabeza a leerlas y estaban genial!! Besos (y gracias por la cita).

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  28. ¡Hola! Yo también participé en la lectura conjunta, y ahora estoy viendo las otras reseñas. Por cierto, la tuya es genial. La intrahistoria de esta novela es genial, y hace que los datos históricos sean muy llevaderos. Follett cada vez se supera a sí mismo, y espero aún más de su próxima novela.
    Un beso :)

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