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domingo, 24 de enero de 2016

EL HOMBRE DE SAN PETERSBURGO, de Ken Follett


DATOS TÉCNICOS:

Título: EL HOMBRE DE SAN PETERSBURGO
Título original: The Man from St. Petersburg
Autor: Ken Follett
Traductor: Damián Sánchez Bustamante
Editorial: Debolsillo
ISBN: 978-84-903-2955-9
Páginas: 568
Presentación: Tapa dura con sobrecubierta





Segunda reseña de la Yincana Histórica y empiezo a ser consciente de lo complicada que me va a resultar. Llevo varios días intentando encontrar novelas que se ajusten a algunos requisitos y no hay manera. Cuando di con este ejemplar, abrí los ojos como platos, pues tanto el título como la sinopsis, aparentemente, me venían fenomenal para el jueves de la  cuarta semana, en la que el epígrafe es “La acción transcurre en la Rusia zarista”, pero mi gozo en un pozo, ya que a medida que empecé a leer, me di cuenta que Rusia se me quedaba a desmano si quería ser purista con la prueba, ya que aunque no solo haya un hombre de San Petersburgo, sino dos, la acción transcurre íntegramente en Inglaterra, salvando algunos detalles en forma de recuerdos de algunos de los personajes que nos trasladan a la antigua capital del Imperio Ruso.

De cualquier modo, no pierdo la esperanza y espero ir encontrando las novelas oportunas para cada casillero, si no es por mis propios medios, recurriré a las que encuentren los participantes en este maquiavélico experimento.



EL AUTOR:

A estas alturas, descubrir quien es Ken Follett, es una labor harto complicada. Simplemente, me haré eco de algunos datos biográficos encontrados en la página oficial de la Trilogía The Century:

Ken Follett es un escritor ya consagrado con cientos de miles de lectores en todo el mundo. Es uno de los escritores con garantía de calidad y sus libros se convierten rápidamente en best-sellers. Puede definirse como un escritor de novela de intriga y de novela histórica, siendo esta última la que le ha dado sus éxitos más brillantes.

Ken Follett, nacido en 1949 en Cardiff, empezó escribiendo relatos, primero como afición, hasta que en 1978 escribió su primer libro La isla de las tormentas, que lo hizo famoso internacionalmente.

Escritor de muchísimos éxitos, volvió a dar la campanada cuando en 1989 publicó la novela histórica Los Pilares de la Tierra, convirtiéndose en un libro de los que los lectores de novela histórica nunca dejarían de leerse.

Otras obras del autor son:

Novelas en general: 

Serie Apples Carstairs, firmadas con el seudónimo de Simon Myles. Se publicaron entre 1974 y 1975, aunque no en nuestra lengua:

- La gran aguja (The Big Needle).
- El gran negro (The Big Black).
- El gran hit (The Big Hit).

Serie del espía Piers Roper, firmadas con su nombre. Se publicaron entre 1975 y 1976, pero no en español:

- La conmoción (The Shakeout).
- The Bear Raid.

Novelas firmadas con el seudónimo Zachary Stone:

- El escándalo Modigliani (The Modigliani Scandal), publicada en 1976 originalmente y en 1988 en España con Plaza & Janés.

- Papel moneda (Paper Money), publicada originalmente en 1977 y en 1991 en España con la editorial Plaza & Janés.


Novelas firmadas con su nombre:

- La isla de las tormentas (Storm Island) y retitulada posteriormente como El ojo de la aguja (Eye of the Needle). Plaza & Janés, 1984. Premio Edgar a la mejor novela de suspense.

- Triple (Triple). Editorial Bruguera, 1981 y Plaza & Janés, 1999.

- La clave está en Rebeca (The Key to Rebecca). Editorial Bruguera, 1981 y Plaza & Janés, 1997.

- El hombre de San Petersburgo (The Man from St. Petersburg). Bruguera, 1983 y Plaza & Janés, 1997.

- Las alas del águila (On Wings of Eagles), Bruguera, 1983 y Plaza & Janés, 1997.

- El valle de los leones (Lie Down with Lions). Plaza & Janés, 1990.

- Los pilares de la Tierra (1ª parte para la serie de televisión del mismo título). Plaza & Janés, 1991.

- Noche sobre las aguas (Night Over Water), Grijalbo, 1991.

- Una fortuna peligrosa (A Dangerous Fortune). Grijalbo, 1995.

- Un lugar llamado libertad (A Place Called Freedom). Grijalbo, 1996.

- El tercer gemelo (The Third Twin). Grijalbo, 1997.

- En la boca del dragón (The Hammer of Eden). Grijalbo, 1998.

- Doble juego (Code to Zero). Grijalbo, 2000.

- Alto riesgo (Jackdaws). Grijalbo, 2001.

- Vuelo final (Hornet Flight). Grijalbo, 2003.

- En el blanco (Whiteout). Grijalbo, 2005.

- Un mundo sin fin (World Without End), 2ª parte de Los pilares de la Tierra. Plaza & Janés, 2007.

- Trilogía “The Century”:
   La caída de los gigantes (Fall of Giants). Plaza & Janés, 2010.
  El invierno del mundo (Winter of the World). Plaza & Janés, 2012.
   El umbral de la eternidad (Edge of Eternity). Plaza & Janés, 2014.



Novelas juveniles, firmadas con el seudónimo Martin Martinsen y publicadas entre 1976 y 1978: 

- El secreto de los Estudios Kellerman (The Secret of Kellerman’s Studio).
- Los poderosos gemelos o El misterio del planeta de los gusanos (The Power Twins).

 


No ficción:

- El atraco del siglo (The Heist of the Century). No publicada en español.


ARGUMENTO:

Corre el mes de mayo de 1914 cuando Winston Churchill, primer Lord del Almirantazgo y ministro del Gobierno de Lloyd George, se persona en la mansión solariega de Lord Walden para tratar con él de un asunto delicado.

En la reunión que mantienen a continuación, Churchill le pone al corriente de la actualidad política europea y el ambiente prebélico que se respira en el continente. Alemania se está rearmando a marchas forzadas y no descartan que en breve declare la guerra a Francia.

Por ello, Inglaterra y Rusia han iniciado conversaciones secretas y en breve llegará el príncipe Orlov para continuarlas. El interlocutor, a instancias del zar, tendrá que ser Lord Walden.

Pero no será el único ruso que llegue a Londres dispuesto a malograr el previsible acuerdo que llevará a Europa a una guerra inminente, ya que los anarquistas rusos son conocedores de esta reunión y envían a Félix Kschessinski para matar al príncipe y que justo cuando intenta acabar con la vida del enviado del zar, éste se encuentra con la mujer de la que se enamoró en su juventud y a la que todavía no ha conseguido olvidar.


IMPRESIONES:

Cuando Winston Churchill se presentó en la casa de Lord Walden con una carta del rey de Inglaterra para que éste le atendiese, no iba mal desencaminado, puesto que el aristócrata llevaba días evitándole y necesitaba hablar con él con urgencia y sin excusas. También es verdad que Walden cargó contra él su inquina hacia el Gobierno liberal de Lloyd George, del que Churchill formaba parte como ministro, ya que según su perspectiva, éste había atacado sin piedad la base sobre la que se asentaba la sociedad inglesa al desprestigiar a la Cámara de los Lores a la que pertenecía o gravar los bienes raíces como hasta entonces nunca había sucedido, así como que los hacía responsables del debilitamiento de la Armada británica o por entender que querían regalar Irlanda a los católicos, razones que pesaban bastante como para sentarse a hablar con él del motivo que fuese.

Pero con lo que no contaba el conde era con que el mismísimo monarca se hubiese prestado a intervenir en esa treta y no le quedó otra opción, a no ser que quisiera autoinmolarse gratuitamente y convertirse en un paria de esa sociedad que tanto defendía, que atender su petición y hacerse eco de sus pretensiones.

En la charla que mantienen a continuación, Churchill le expone la situación política por la que pasa en la actualidad Europa y el ambiente prebélico que se respira en el continente. Tampoco el conde es ajeno a la tesitura en la que se encuentran y enseguida Churchill llega al meollo de la cuestión y le expone las razones de su visita.

Para entender un poco la tesitura en que se encuentra Inglaterra, tendríamos que remontarnos a 1882, se crearon dos alianzas en Europa: la Triple Entente, formada por Francia, Reino Unido y Rusia y la Triple Alianza, compuesta por Alemania, Austria-Hungría e Italia, según lo cual los británicos estarían obligados a intervenir en el caso de que Alemania ocupase Francia como buenos aliados. Pero aquello hoy en día parece papel mojado y dado que los liberales siempre han hecho todos los esfuerzos necesarios para evitar el conflicto, es el momento de tomar partido. El problema es que aún sumando fuerzas con Francia, se saben perdedores ante Alemania, por lo que la única baza que les queda es convencer al zar Nicolás II para que se una a ellos mediante un tratado secreto.

Las conversaciones entre ambas potencias ya se han iniciado y, en breve, llegará un alto dignatario ruso para continuar las negociaciones: el príncipe Aleksei Andreievich Orlov, sobrino del zar y, a la vez, de la esposa de Walden. Otra de las condiciones impuestas por Rusia para llevar a cabo cualquier posible pacto es que el interlocutor británico sea el Conde Walden, a quien el monarca conoce personalmente y en quien confía.

Así que deciden que, para no levantar sospechas, el príncipe ruso se alojará en el domicilio de los Walden y asistirá a la temporada londinense con la excusa de que espera encontrar esposa en Londres, por lo que el conde se ocupará de presentarlo en sociedad aprovechando que su hija celebrará su mayoría de edad en breve.

Claro que, con lo que no cuentan, es que otro ruso llegue a Londres dispuesto a hundir los planes preestablecidos: Félix Kschessinski, de profesión anarquista y con un oscuro pasado que pondrá patas arriba no solo la solidez de la policía británica, incapaz de dar con él en unas cuantas ocasiones en las que estará a punto de acabar con la vida de Orlov y con la de cualquiera que se le ponga por delante, sino con la solidez del matrimonio Walden tras diecinueve años de placentera convivencia, cuando salga a la luz que éste fue el primer amor de su esposa.


Los personajes:

Aunque en la novela hay bastantes más de los personajes que a continuación describo, incluso históricos como Winston Churchill, a continuación os doy unos breves rasgos de los más importantes:

- Conde Stephen Walden: Tiene cincuenta años de edad cuando se inicia la novela. Es alto y fornido y en buen estado de forma, a pesar de padecer una leve cojera. Cabello corto y gris, luce una barba puntiaguda.

- Lady Lydia Walden: Esposa de Walden, es de origen ruso. En su juventud fue amante de Félix Kschessinski y cuando su padre lo descubrió, la obligó a casarse con Stephen Walden.

- Charlotte Walden: Hija del Conde Walden y Lydia, tiene dieciocho años y en unos días será presentada en sociedad. Es una joven tan hermosa como inocente que a lo largo de la novela evolucionará bastante, hasta el punto de descubrir que todo su mundo es prácticamente una entelequia, porque en poco se parece a lo que sus padres le han contado a lo largo de su vida. Formará parte del movimiento sufragista.

- Príncipe Aleksei Andreievich Orlov: Almirante ruso, tiene treinta y dos años. También es sobrino de Lydia Walden y del zar por parte de padre, además de una de las pocas personas de confianza con las que cuenta. De joven estudió en la Universidad de Oxford y siempre ha mantenido un trato cordial con Walden, al haber pasado las vacaciones con ellos durante su formación académica. De baja estatura, su rostro todavía luce juvenil e inocente a pesar de llevar bigote.

- George Walden: Hermano de Walden, está casado con Clarissa y tienen dos hijos gemelos. De un matrimonio anterior tuvo una hija: Clarisa, que tiene la misma edad que Charlotte Walden.

- Félix Kschessinski: Anarquista, pelo negro, piel muy blanca y bastante delgado. Violento cuando la ocasión lo requiere, también es un hombre frío que planifica y medita cada uno de sus actos. No deja nada a la improvisación, aunque si esta se presenta, sabe salir airoso de cualquier situación. Endurecido por la vida, no duda en matar para conseguir cualquier propósito. Aún así, su vida es apasionante y no dejará indiferente a nadie.

La ambientación:

He disfrutado una barbaridad con la manera en que tiene Ken Follett de describirnos los ambientes en que se mueven los personajes; en particular, cuando lo hacía a través de la mirada de Kschessinski. En su primer día, recién llegado a la capital inglesa, se pasea por los distintos barrios una vez abandonada la estación Victoria. Nos pasea por sus calles y sus plazas, descubrimos sus impresionantes monumentos, la magnificencia de las fachadas de cualquier edificio e incluso la manera en que visten sus habitantes. A medida que se va acercando a su destino en el East End, la fotografía se va tornando más oscura y todo empieza a tomar otro aspecto: al deterioro de las viviendas se une la pobreza que respiran sus habitantes; los niños ahora van descalzos y con ropas remendadas. Lo mismo nos pasea por el barrio judío ubicado en Whitechapel High Street que por Tuttenham Court Road, el barrio alemán de referencia. Lo mismo nos explica cómo eran los clubs donde se reunían sus correligionarios o el bloque de viviendas que le sirvió de alojamiento por unos días y donde se ubicaban las Dunstan Houses de Stepney Green y que eran conocidas por ser el lugar donde pernoctaban los más importantes anarquistas de Londres. En resumen, una delicia perfectamente explicada con todo lujo de detalles.

Lo mismo ocurre cuando se trata de las dos residencias que posee el Conde Walden, fiel reflejo de su fortuna, donde transcurre prácticamente toda la trama: bien en la de la ciudad, junto al parque St. James o bien la del campo, así como las costumbres que rigen el día a día de sus moradores y las personas que los rodean, por no hablar de la fiesta de presentación en sociedad celebrada en los salones de Buckingham Palace con la presencia de los monarcas.



CONCLUSIONES:

Me ha gustado mucho El hombre de San Petersburgo, a fin de cuentas, el que más y el que menos conoce lo amena y descriptiva que puede llegar a ser la prosa de Ken Follett, pero en esta novela, en particular, la intriga se mantiene en todo momento y es todo un aliciente. Además, el autor consigue poner al lector ante una serie de dilemas al ofrecerte las dos caras de la moneda de una sociedad anticuada y decadente que pide a gritos nuevos aires de libertad por los temas que se tratan a lo largo de sus páginas, todos ellos interesantes, incluido el de la traición, que te permite reflexionar en más de una ocasión. Además, nos transporta a los orígenes de la I Guerra Mundial y conocer cómo se fraguaron determinados compromisos, motivo por el cual me permito recomendarla a cualquier tipo de lector, más allá de los aficionados a la novela histórica en particular.




viernes, 22 de enero de 2016

2º SORTEO DE ENERO YINCANA HISTÓRICA: 2 EJEMPLARES DE "EL CAMINO DE LOS DIOSES", de Antonio Cabanas


La Yincana nos está dando muchas satisfacciones, hay quien la lleva muy bien y otros que no han reseñado aún, sin embargo se mueve y va tomando forma y eso es gracias a vosotros. Ser activos dijimos desde el principio que tenía premio, y la verdad que los libros de Rosario Raro y ese concurso de reseñas, para el primer mes, está mejor que bien, tanto que yo ya lo he reseñado y Carmina se lo ha agenciado para leerlo en breve.

Pero por si necesitáis un empujoncito más aquellos que todavía no os habéis estrenado, o los que lo habéis hecho con nota, aquí os traemos otro sorteo, 2 ejemplares de El camino de los dioses, de Antonio Cabanas, para que encaréis esta última semana de enero con energía y reseñas.

El día uno de febrero nos pasaremos por los blogs participantes para mirar las plantillas, así que habrán de estar actualizadas para este día, salvo que hayáis manifestado vuestro deseo de no participar todos los que hayáis reseñado tendréis vuestros puntos y entraréis en sorteo.


Sinopsis: 

La magistral escritura de Antonio Cabanas nos acerca a un momento histórico único: cuando el Antiguo Egipto sucumbe ante el empuje de un nuevo orden dispuesto a devorar a sus dioses milenarios.

En medio de esta situación se encuentra Amosis. A través de su vida, el lector recorrerá los años convulsos en los que las tres grandes civilizaciones clásicas, el decadente Egipto, Grecia y la emergente Roma, convierten el Mediterráneo en un fascinante crisol de culturas.

Su odisea nos llevará desde el Alto Egipto hasta los lejanos desiertos de Nubia, y desde Alejandría hasta las islas bañadas por el Egeo. Acompañado por personajes extraordinarios como el esclavo Abdú, la fascinante Circe o el librero Teofrasto, tendrá que hacer frente a lo peor y lo mejor del ser humano: la ambición desmedida, el ansia de poder, la traición, la auténtica amistad y la fuerza regeneradora del amor.

  
Pinta bien ¿verdad?, pues no me voy más por las ramas y os dejo con los requisitos para participar.


Requisitos:

El sorteo es nacional, en el caso de que no residas en España necesitarás una dirección postal donde te puedan enviar los libros.

Confirmar la participación mediante comentario en ambos blogs con enlace a la entrada en la que figuren las plantillas para que podamos contabilizar las reseñas de enero, fecha limite 31 de enero a las 23:59, el primer o segundo día de febrero intentaremos hacer el sorteo por Random.org. Recordad que cada reseña os dará tres puntos para el sorteo, cuantas más publiquéis más posibilidades tendréis.

Comprometerse a reseñar el libro dentro de la Yincana Histórica, tiene cabida en más de una casilla, no os resultará nada complicado.

Los agraciados tendrán 48 horas para enviar un mail con los datos postales y número de teléfono a detintaenvena@gmail.com, al ser un reto de largo recorrido para que no se nos extravien mails hemos decidido centralizarlos en un único correo electrónico.

En caso de que los ganadores no reclamaran el premio, se volverían a sortear los ejemplares o el ejemplar, así que atentos a los blogs, al grupo de Facebook y al hastag #YincanaHistorica.

Los envíos los realizará editorial, bien por mensajería o por correo ordinario y no nos hacemos responsables de posibles pérdidas o extravíos.


Participantes:


sábado, 9 de enero de 2016

VOLVER A CANFRANC, de Rosario Raro


DATOS TÉCNICOS:

Título: VOLVER A CANFRANC
Autora: Rosario Raro
Editorial: Planeta
Colección: Autores Españoles e Iberoamericanos
ISBN: 978-84-08-13969-0
Páginas: 512
Presentación: Tapa dura con sobrecubierta



Hay veces en que las novelas nos llevan a lugares exóticos o paradisíacos o a ciudades y países por los que sentimos una especial debilidad, quizás por las vivencias a las que hemos asistido en alguna ocasión, bien en un viaje real o quimérico y, a nada que el autor haya tenido un poco de oficio, se nos quedan prendidos para siempre en nuestro imaginario. Prueba de ello ha sido el fenómeno landscape, que a tantos ha enamorado -aunque no sea yo precisamente una de las defensoras de este género- y por el que algunas editoriales apostaron fuerte desde un tiempo a esta parte.

Sin embargo, a veces basta con dar una vuelta por el panorama literario español para encontrar no solo paisajes impresionantes descritos con una sensibilidad tangible, sino que nos narran unas historias tan vibrantes desde las primeras páginas, que nos hacen reconciliarnos con el género humano en un momento tan delicado como el actual, donde la humanidad brilla por su ausencia.

Una de esas novelas en las que encontraréis todo esto que os estoy diciendo y más lo descubriréis en Volver a Canfranc porque es una historia inolvidable que os acercará a la única fuente de la que manaba la libertad y la dignidad humana en medio de aquel páramo inhóspito en que se convirtió Europa en plena Segunda Guerra Mundial.

Pero vayamos por partes, que siempre tengo tendencia a adelantarme…



LA AUTORA:

Rosario Raro (Castellón, 1971) es doctora en Filología. Además, ha estudiado Técnicas de Escritura Creativa en la Universidad Mayor de San Marcos y en la Pontificia Universidad Católica de Perú, país donde residió durante una década. Una vez licenciada en la Universidad de Valencia, cursó un Posgrado en Comunicación Empresarial en la Universitat Jaume I y otro de Pedagogía. Además, dirige el Aula de Escritura Creativa e la universidad Jaume I de Castellón desde su fundación en 2004 y hasta la fecha ha impartido numerosas conferencias.

Su obra literaria, además de haber sido traducida a varios idiomas (catalán, japonés y francés), ha recibido numerosos galardones tanto a nivel nacional como internacional. Es autora de:

- Carretera de la Boca do Inferno.
- Surmenage.
- Perder el juicio.
- Los años debidos.
- Finlandia.
- La llave de Medusa.
- Ex.
- Desarmadas e invencibles.
- El alma de las máquinas.
- Volver a Canfranc.



ARGUMENTO:
Marzo de 1943: La población de Canfranc ha sido tomada por los nazis y reconvertida en un enclave más de la Francia ocupada. Próxima a la estación internacional se encuentra La Serena, la posada del pueblo regentada por Tricio y Pilar, donde se dan cita gentes de más de diez nacionalidades distintas. No en vano es el lugar donde se alojan desde los miembros de la Gestapo y de las SS,  a los chóferes de los camiones suizos que transportan el oro expoliado por los nazis por el que pagaban a España considerables cantidades a cambio del wolframio que les servíamos. También se dan cita los miembros de la Resistencia Francesa, así como espías británicos o refugiados de guerra que huían de una muerte segura en los distintos campos de concentración repartidos por Europa ocupada por Hitler, tras la instauración de “La Solución final para la cuestión judía”.

En la estación internacional, mientras tanto, el jefe de la aduana francesa, Laurent Juste, y una camarera del hotel, Jana Belerma, exponen sus vidas junto con la inestimable ayuda del contrabandista Esteve Durandarte, para ayudar a miles de judíos que gracias a la Resistencia francesa han conseguido escapar de las fauces de la policía secreta nazi. La inmensa mayoría son gente anónima, aunque a ellos se sumará una reducida lista de personajes famosos como el pintor Marc Chagall,  la artista de variedades Joséphine Baker y su marido o la viuda del músico Gustav Mahler, Alma.



IMPRESIONES:
La Estación Internacional de Cafranc se inauguró en julio de 1928 ante la presencia del rey Alfonso XIII y el presidente de la República Francesa Gaston Doumerge con el propósito de  dispensar un nuevo paso fronterizo entre Francia y España a través del túnel de Somport. Tenía doble nacionalidad: española y francesa y se componía de un edificio principal, distintos muelles de carga y un almacén de máquinas. Entiendo que dicho así, suene a poca cosa, pero para que os hagáis una idea de su dimensión arquitectónica, en marzo de 2002 fue declarada Bien de Interés Cultural. Los trabajos de construcción duraron cinco años y se utilizó una heterogénea composición de materiales, como la piedra, el hormigón, el cristal o el hierro, rematando las cubiertas con pizarra, dando lugar a un edificio de bella factura que se convirtió en un lujo de establecimiento para envidia de propios y extraños. De planta alargada y disposición simétrica, se articula en cinco cuerpos, estando el central y los laterales aventajados y más elevados que el resto. Las dimensiones son espectaculares, pues mide 241 metros de fachada.

Durante la II Guerra Mundial, la estación alcanzó una importancia decisiva a efectos estratégicos para ambos bandos, ya que se convirtió en la entrada y salida de Europa y, como en la Casablanca ficticia de Bogart -que no me cabe duda fue un fiel reflejo de lo acontecido en este pueblo oscense-, en la posada próxima a la misma, se daban cita toda clase de personajes: desde refugiados políticos a espías, desde contrabandistas a tropas de ocupación de la Alemania nazi. Todos cabían en ese pequeño enclave pirenaico y casi nadie sabía lo que hacía cada uno de ellos.

¿Y cómo pudo ser eso? Pues la respuesta, para quienes no conozcan nada de esta historia como me sucedió a mí y que sucedió tal y como se nos narra a lo largo de las páginas –más allá de las licencias que se haya podido tomar la autora al novelar los hechos- es muy sencilla: en noviembre de 1942 Canfranc fue invadido por las tropas alemanas como si fuese un territorio más de la Francia ocupada. En las dependencias de la parte francesa de la estación internacional montaron un cuerpo de policía con soldados de la brigada de Alta Montaña, apoyados por miembros de la Gestapo y agentes de la SS. La estación se convirtió de esa manera en un lugar de paso hacia España, Portugal y de ahí a Sudamérica. También circuló por allí el oro que los alemanes expoliaron en los países ocupados con el que pagaban el wolframio que España y Portugal les suministraban, por lo que se puede deducir que la famosa neutralidad española tan cacareada durante décadas fue, como se dice hoy en día, postureo puro y duro, no sólo por facilitar a los nazis el valioso mineral tan vital para la industria armamentística, sino porque los policías españoles tenían órdenes específicas de entregar a la Gestapo a todo judío que encontrasen.

Pero lo más importante, y en lo que se centra el grueso de esta novela, es en la labor llevada a cabo por un grupo de héroes más o menos anónimos que, jugándose la vida con cada movimiento que realizaban, consiguieron que miles de judíos alcanzaran la libertad. Resulta sorprendente la aparente sencillez con la que la autora nos va describiendo el funcionamiento de la red de espionaje urdida por la Resistencia: desde el consulado británico con base en San Sebastián que sufragaba los gastos de evacuación de refugiados, al servicio de informantes que viajaba desde el norte de Aragón al País Vasco, la embajada británica en Madrid y la sede del Cuartel general del alto mando aliado en Londres. También nos describe algunas prácticas, como es el uso de novelas con mensajes en clave que una vez descritos tenían de recodificar y así un montón de ejemplos que ayudan a crear un ambiente de lo más intrigante.

Los personajes:
Aunque a priori puede parecer que la protagonista es Jana Belerma, podría decirse que estamos hablando de una novela coral, posiblemente porque tanto los personajes principales como los secundarios están perfectamente caracterizados, descritos al detalle y con mimo, hasta el punto de que llegamos a tener la sensación de conocerlos íntimamente, tanto por sus rasgos físicos como por su personalidad o su manera de comportarse.

Pasaporte de Albert Le Lay
- Laurent Juste: Jefe de la Aduana francesa en Canfranc, este personaje está inspirado en la figura de Albert Le Lay. Casado con Arlette, tienen tres hijos: Maude, que estudia en Madrid, Solange y Auguste. Es el enlace directo con la Resistencia, por lo que una vez al mes acude a Zaragoza, a la consulta de un dentista donde recibe las instrucciones sobre los nuevos “viajeros” a los que prestar ayuda.

- Jana Belerma: Tras la muerte de sus padres en un bombardeo durante la Guerra Civil en su Zaragoza natal, decidió responder a un anuncio publicado en el periódico local y convertirse en camarera del Hotel Internacional, por lo que acostumbra a vestir como tal un uniforme negro sobre el que lleva un delantal blanco, así como una cofia en la cabeza bajo la cual recoge su cabellera, rizada y pelirroja, con una redecilla negra. Es la encargada de recoger a los judíos una vez que llegan al vestíbulo de la estación guiados por Didier y proporcionarles pasaportes, visados, salvoconductos (que previamente ha falsificado –o falsifica durante las horas de espera- y sin los cuales serían interceptados y deportados), billetes de tren con los que continuar viaje a Lisboa con escala en Madrid y los pasajes de barco con destino a Sudamérica. En caso de que los refugiados lleguen enfermos –algo habitual sobre todo cuando los que vienen son ancianos que han pasado mil y una penalidades- los derivará a la clínica universitaria que dirige el doctor Mallén, también colaborador, en Zaragoza.

- Esteve Durandarte: Contrabandista y bandolero con fama de conquistador, es admirado por todos, aunque vive recluido en las montañas junto a dos de sus secuaces la mayor parte del año. También es colaborador de la Resistencia y vital para que funcione el engranaje canfraniano. Físicamente posee una gran envergadura, aunque es delgado pero ancho de espaldas. Acostumbra a llevar barba y una larga melena que se ata con una cinta de cuero.

Pero junto a ellos y, a pesar de ellos, hay otros tantos personajes que harán nuestras delicias, así como unos pocos francamente aborrecibles, como es el caso de:

- Didier: Obrero de vía y obras, era la persona que recogía a los refugiados en el tren y los guiaba hasta el hangar donde debían esperar el tiempo necesario hasta que llegase el tren con destino a Madrid. De aspecto musculoso y poco pelo, ronda los cuarenta años. 

- Montlum: Compañero y amigo de Laurent Juste desde que coincidiera con él en la Primera Guerra Mundial, también es el mejor amigo de Jana Belerma. Vive en una buhardilla encima de la tahona del pueblo y trabaja como ayudante del panadero en horario de noche a cambio del alojamiento. Esta tapadera, además de venirles bien, resuelve el problema de cómo alimentar a los refugiados una vez llegan a Canfranc, ya que de ese modo puede hacer el doble de cantidad de pan con el que ofrecer bocadillos a los exiliados que llegan extenuados y muertos de hambre.

- Valentina: Es una joven aprendiza de camarera a quien Jana ha ido involucrando poco a poco en sus actividades secretas, a pesar de contar tan solo con trece años. Es rubia, delgada y de piel muy clara, pero, sobre todo, muy responsable y discreta.

- Capitán Wagner: Está al mando del destacamento alemán y su principal ocupación es la de vigilar el tráfico de oro con el que pagar el wolframio para la industria armamentística alemana. Organiza los días de descarga de los lingotes de oro junto con Mirs, el responsable suizo llegado para tal fin. Cuentan para ello con más de un centenar de vehículos y la posibilidad de cerrar la estación cuando es menester para llevarlo a cabo lo más discretamente posible. Es un hombre tranquilo y bastante cercano. Tiene unos sesenta años y el pelo y el bigote canosos.

- Eberhard Gröber: Responsable del campo de concentración de Buchenwald hasta su traslado a Canfranc. Es la antítesis de Wagner en lo personal y profesional, al tener un carácter firme, inflexible y rígido. Hará sufrir todo lo imaginable al grupo de la Resistencia, pues su ambición desmedida por conseguir galones le llevará a estrechar el cerco cada vez más.

- Gervasio Casanarbore: Gobernador Civil de Huesca y jefe provincial del Movimiento. Gusta de utilizar un vocabulario rebuscado, buscando la humillación de cualquier interlocutor que se le ponga a tiro. Caprichoso y engreído, entre sus fijaciones se encuentra la de destituir a los alcaldes de su jurisdicción al azar y organizar fiestas donde la extravagancia y la vanidad son el leitmotiv más recurrente en ellas. De limitada musculatura es muy presuntuoso, por lo que se podría resumir en que la única virtud de la que puede hacer gala es su mujer, doña Mimín, todo lo opuesto a él, ya que es encantadora en el trato, instruida y sensible ante las injusticias.


La Dama Dormida

Las descripciones, tanto del entorno -en particular cuando seguimos al carismático Durandarte camino de su refugio-, como de la estación son brillantes, consiguiendo la autora que en todo momento nos podamos hacer una idea clara y precisa del ambiente. El vestíbulo de la terminal estaba decorado con gran boato en estilo modernista, con mostradores de madera labrada, desde donde se accedía a las distintas dependencias (oficinas de correos y telégrafos, de cambio de moneda, taquillas, kiosko, etc), todas duplicadas al tratarse de una estación de doble nacionalidad. También desde allí partía una gran escalinata de mármol que daba acceso a la segunda planta donde se ubicaba el hotel internacional. La parte superior estaba abierta con vidrieras de tres metros de alto por cuatro de ancho. La administraban dos compañías: la Línea de Midi (para la zona francesa) que llegaba hasta Pau atravesando el túnel de Somport y enlazando desde allí hacia París y los Ferrocarriles del Norte (para la española).



CONCLUSIONES:
Aunque soy muy aficionada a la novela histórica, no suelo recomendarla a quienes gustan más de la narrativa en general, porque entiendo que es difícil acertar cuando la temática es tan especial. Sin embargo, con esta novela no he dudado en sugerírsela a todo aquel me que ha pedido consejo a la hora de comprar un libro, en particular en estas fechas, porque estoy convencida de que gustará a todos los públicos. Son muchos los aciertos que he encontrado en ella: desde lo que decía al principio, en el sentido de que al tratarse de una historia basada en hechos reales, la intrahistoria me ha hecho reconciliarme con el género humano a lo puramente literario: como el ritmo impregnado en cada una de sus páginas, que te tiene en vilo constantemente y con una sensación de angustia difícil de llevar, por no hablar de unos personajes perfectamente caracterizados, con los que es fácil empatizar por la humanidad que derrochan cuando pertenecen a un bando, claro está, o a los que odias sin remisión y que menos mal que son más bien pocos. También hay que destacar el estilo de la autora y su prosa, cuidada, milimétrica, que siempre encuentra la palabra exacta con la que ofrecernos una novela perfecta que difícilmente olvidaremos.







Esta novela participa en la iniciativa:


Requisito: La acción transcurre en el siglo XX.