jueves, 16 de abril de 2020

CAVA DOS FOSAS, de Félix García Hernán






DATOS TÉCNICOS:

Título: CAVA DOS FOSAS
Autor: Félix García Hernán
Editorial: Alrevés
ISBN: 978-84- 17847-45-6
Páginas: 352
Presentación: Rústica con solapas





En marzo de 2009 se fundó la editorial Alrevés, aunque no fue hasta septiembre de ese mismo año cuando comenzaron a publicar las primeras novelas. Ya han cumplido más de una década y, aunque han sufrido algunos cambios desde entonces y han ido reduciendo sus miras en torno a los géneros a abarcar, no han reducido ni un ápice la calidad de su elenco, ahora especializado en novela negra o en no ficción criminal.

Uno de los cambios que han efectuado para conmemorar su décimo aniversario, es el del diseño de las cubiertas tan características y reconocibles. Y creo que ha sido un acierto, al menos en los ejemplares que tengo, porque son más vistosas, además de incluir el número de orden de cada publicación. Inauguraron el cambio de imagen con La casa vacía, de Manuel Barea, La favorita del Harén, de Andreu Martín y Sangre de liebre, de Juan Bolea.

Dicho lo cual, hoy os vengo a hablar de la novela 103: Cava dos fosas.




Félix García Hernán (Madrid, 1955) cursó Derecho en la Universidad Nacional de Educación a Distancia. Sin embargo, ha dedicado su vida a su auténtica vocación: la hostelería, sector en que empezó a trabajar en su adolescencia, desde el peldaño más bajo, como botones, para ir escalando, poco a poco, hasta llegar a dirigir los establecimientos más emblemáticos de Madrid, como el Hotel Villa Real, el Urban y el Only You. pero es, por vocación, hotelero. Ha formado parte del Consejo de Administración de la asociación Small Luxury Hotels of the World y es miembro de la Junta Directiva y censor de cuentas de la Asociación Empresarial Hotelera de Madrid.

Lector compulsivo y amante de la música clásica y del cine, Cava dos fosas es su cuarta novela.




Javier Gallardo, a sus cincuenta y cinco años, es uno de los comisarios de policía más respetados y brillantes del país. Sin embargo, desencantado, decide aislarse un tiempo en la Vall de Boí y replantearse su futuro en el cuerpo. Allí, mientras disfruta de este retiro, tendrá que enfrentarse a una oscura y reaccionaria forma del mal con la que se encaró recién salido de la academia y que marcó su carrera y su corazón para siempre.

Porque los inicios de Gallardo en el cuerpo, en una sociedad frágil que afrontaba sin ninguna garantía su transición hacia la democracia, no fueron fáciles. A fuerza de desengaños, pronto aprendió que el enemigo, a veces, estaba mucho más cerca de lo que podía imaginar. Treinta años después, sus adversarios, que ya creía sepultados, volverán con más inquina que nunca para saldar cuentas pendientes con un plan maquiavélico que atacará directamente a aquello que más le importa.

Con una tensión dramática digna de los mejores autores del género y una prosa directa y contundente, Félix García no da tregua al lector hasta la última palabra y lo sumerge en un viaje sin concesiones por las más oscuras trincheras del poder, para descubrir que treinta años no son suficientes para enterrar todos los demonios del pasado.




Si hay un dicho que forma parte del acervo popular de manera más que explícita es aquel tan conocido como “Del cerdo, hasta los andares”. Vale, pensaréis que con tanto confinamiento me he vuelto loca y que a santo de qué viene el mezclar literatura con gastronomía, y no os quito la razón, pero es lo primero que me ha venido a la cabeza al terminar de leer Cava de fosas. Y el paralelismo existe, creedme, porque esta novela, al igual que un ejemplar manchado de Jabugo –también valdría cualquiera de los que se crían con mimo en las dehesas onubenses- es un lujo al alcance de unos pocos. Los que buscan una historia vibrante, un bocado delicioso y mucho más. 

Y es que mientras el primero ha tenido una trascendencia significativa desde la antigüedad, desempeñando un papel fundamental en la alimentación del hombre, porque de él se aprovecha todo, ocurre algo similar con este libro, que alimenta no solo la mente, sino que una vez que te sumerges en su historia, te abre las puertas a infinidad de universos íntimos y personales por el extraordinario poder que ejerce sobre el lector, por la cantidades de sensaciones que es capaz de desatar por las situaciones narradas, al vivirlas en primera persona. Sin remisión. 

Así que una vez que me he metido en este jardín de establecer paralelismos entre cerdos y novelas, vayamos al tajo despedazando a uno y otra:


Es imposible pensar en este libro y no considerar la trama como la parte esencial de la novela. Y es esencial, ya digo, porque teniendo claro que Cava dos fosas es una novela redonda, discernir qué es lo más exquisito de ella tiene su mérito. Y hablo de trama, en singular, cuando, en realidad, hay tres distintas aunque todas protagonizadas por casi los mismos personajes. O bien, podría decir que son dos historias diferenciadas en tiempo y lugar, una de ellas consecuencia de la otra. Pero insisto en que para mí hay tres tramas, que serían, obviamente, las partes más exquisitas del noble animal que me va a acompañar en esta reseña. Una transcurre durante la transición española, bien arraigada la década de los ochenta, recién alcanzado el poder por el partido socialista; la segunda, transcurre en la actualidad, treinta años después y la tercera, también en la actualidad y paralela a ella, narra la investigación llevada a cabo para resolver un secuestro espantoso. Cada una de las tramas, por sí misma, es toda una aventura, una lucha sin cuartel contra lo más abyecto del ser humano:

- Jamón: ¿Qué se puede decir del pernil de un manchado de Jabugo y no caer en el entusiasmo extremo? Pues eso es lo que ocurre cuando pienso en la trama que transcurre en la actualidad, en la que nos encontramos con Javier Gallardo, un comisario de policía prácticamente vencido a sus cincuenta y cinco años -a pesar de tener un currículum impresionante a nivel laboral- y que aun así ha hecho un impasse en su vida para retirarse del mundanal ruido y así recalar en una casita rural del pirineo leridano, en la Vall de Boi, donde replantearse su futuro. Sin embargo, su tranquilidad se verá interrumpida cuando, a pesar de las muchas medidas que ha tomado para no ser localizado, es secuestrado.

- Solomillo: Por su textura y sabor es la pieza más demandada, del mismo modo que ocurre con la trama que transcurre treinta años antes, porque es natural que queramos saber qué fue aquello que pasó que ha dado lugar a tanto horror. Y el autor lo lleva a cabo de la manera más natural posible: alternando los capítulos en los que discurren ambos momentos. Y lo hace con una solvencia digna de quitarse el sombrero, contextualizando una realidad histórica fácilmente reconocible –sobre todo si, como yo, has vivido aquella época- en los albores de una España que prácticamente estrenaba democracia, aquel famoso período denominado transición, en el que los temidos poderes fácticos se empeñaban en asumir el poder político desde la trastienda, sin una legitimidad que los sustentase mientras los pobres ingenuos que creían que la democracia estaba más que asumida. Es así como conocemos a Javier Gallardo, un joven policía prácticamente recién salido de la academia de Ávila, número uno de su promoción, que tiene que investigar el asesinato de un homosexual acaecido en el madrileño Parque del Retiro. Hasta que pincha en hueso y la pareja de la víctima reconoce al cabecilla del crimen y a uno de sus acompañantes, aunque no por ese orden. Y la maquinaria se pone en movimiento para ocultar responsabilidades y apartar al policía del caso. En la misma situación se encuentra su amigo y colega Fernando Luengo y ambos, junto a otra amiga del segundo, también policía, deciden jugarse el tipo y algo más para esclarecer no solo ese homicidio, sino otro más que parece haber rubricado el mismo sujeto. E idearán un plan sabiendo que tienen todo en contra, bordeando la ley.

- Carrilleras: Que el cerdo se puede comer de distintas maneras es una obviedad, del mismo modo que un secuestro se puede resolver de otras tantas. Solo tienes que contar, sea para una cosa o para otra, con ingredientes de excelente calidad, como es el caso que nos ocupa. De esa forma, si cuentas con unos personajes de rompe y rasga, si lo condimentas bien acompañándolos de otros tantos, si lo dejas cocer a fuego lento para que la intriga te devore, el resultado será el que ha conseguido el autor: que no puedas dejar de pasar páginas esperando una resolución que te dejará, como poco, exhausta y jurando en arameo por la tensión vivida. Doy fe y no soy notaria.



Y si tres son las tramas, tan importantes como la propia historia que en ellas se narra lo son los protagonistas de las mismas. Personajes poliédricos, con fisuras y claroscuros, con los que es fácil empatizar, a los que puedes aborrecer con toda tu alma… en definitiva, hay de todo, como en la viña del Señor.

 - Paleta: Del mismo modo que el jamón es la pata trasera del cerdo, la paleta es la delantera. Y tiene el mismo proceso de elaboración. Por ello, dado que el jamón, por similitud, corresponde a la trama que acaece en la actualidad, sus protagonistas han de ir acordes. A fin de cuentas, a excepción del peso y la proporción de grasa entre ambas piezas, hay otra diferencia, aunque apenas perceptible: mientras que uno es más complejo y suave en cuanto a gusto, la otra es más potente e intensa. Precisamente es lo que ocurre con los protagonistas de esta trama, focalizando el protagonismo en Javier Gallardo, Fernando Luengo y, obviamente, Diego López de Arbeloa, que a lo largo de los treinta años que han pasado desde que coexistieron en tiempo y lugar, han evolucionado para hacerse más fuertes, agudos y, en el tercer caso, más virulento. 

- Carré: Serían los protagonistas de esta trama, personajes que se repitan en la anterior. Sin lugar a dudas, estos serían Javier Gallardo, Fernando Luengo y Carmen Núñez-Quiroga por un lado y Diego López de Arbeloa, por otro. He de decir que son personajes inconmensurables, enormes. Los tres primeros están íntimamente relacionados, son compañeros de fatigas en la policía y amigos leales. El cuarto es el mejor de los antagonistas posibles, un personaje de un golpe, sin fisuras, que acumula en su haber todos los atributos posibles que debe ostentar un psicópata de manual. Y alguno más.

- Costillas: Si hay un protagonista en esta trama, una pieza en este puzle suculenta como pocas, ese lugar lo ostenta, con solvencia, Raúl Olaya, inspector jefe y discípulo de Javier y tan minucioso y tenaz como el maestro, aunque no serán las únicas virtudes que compartan, pues es capaz de buscar una aguja en un pajar con tal de dar con una pista ínfima que ayude a dar con el paradero no solo de su jefe, sino el de los tres secuestrados. 


- Pluma ibérica: Si los protagonistas de esta novela están pergeñados de forma magistral, los secundarios están a la altura, por su gran atractivo: como Alfonso Gallardo, hijo del comisario, que se ve envuelto en este monstruoso disparate consumado por López de Arbeloa; o Críspulo, escudero de faenas de Diego, al que conoció siendo un niño y que desde entonces no se ha separado de él. El tonto útil por definición; o la prostituta del lupanar que frecuenta Críspulo; o Mosén Estanis, el párroco de la Vall de Boi y, por supuesto, el camionero al que un día atendió en la comisaría Javier Gallardo y que este, en un ejercicio de lealtad, no dudó en ayudarle cuando llegó el momento. No son los únicos secundarios, pero sí una muestra de lo más destacable por diferentes motivos.

- Secreto ibérico: Comienza el libro con la siguiente advertencia: “Esta novela ha de valorarse como producto de la imaginación del autor. Por tanto, no debe inducir a atribuir conductas, acciones o palabras concretas a ninguna persona existente o que haya existido en la realidad”. Y claro, cuando terminas la novela y vuelves a reparar en la advertencia, piensas en que, como esta pieza gastronómica tan difícil de encontrar -y más cuando el ejemplar es un ibérico alimentado con bellota, porque todavía es más reducida y en ocasiones pasa inadvertida-, por mucho que nos quieran convencer de que todo es producto de la imaginación del autor, que sí, que también, hay tanta verdad en la novela que asusta por sus visos de realidad.

- Presa ibérica: Al igual que el secreto, es una carne situada en un lugar muy especial: entre el lomo y la cara interna de la paleta. No obstante, es tan jugosa como sabrosa y considerada por muchos como la más deliciosa del animal, al igual que el título de la novela que, aunque a priori suene a película de clase B o serie gore, hace referencia a la célebre frase de Confucio: “Antes de comenzar un viaje de venganza, cava dos fosas”.

- Chuletero: Así como la historia es la columna vertebral de esta novela, el estilo de la misma podría considerarse el músculo intercostal capaz de mantener la actividad de una trama perfectamente construida. Y es precisamente esta pieza de carne una de las más suculentas debido al ejercicio practicado. Eso lo consigue el autor con una prosa directa y unos diálogos brillantes en los que afloran los sentimientos de cualquiera de los personajes, ya sea cuando tratan temas como la amistad, el amor, el deseo de venganza o el afán de justicia. Cava dos fosas es un relato apasionante, a ritmo de thriller y experiencias al límite.

- Lomo: Dicen que esta pieza de carne es la más noble del animal por las distintas características que la avalan. Normalmente, se consume tanto en fresco como embuchado, estando a la misma altura del jamón cuando el ejemplar es un ibérico de bellota. Y es precisamente en este contexto donde se puede establecer una similitud con el género al que pertenece esta novela porque, sin lugar a dudas, Cava dos fosas es una novela negra de una calidad superior, tanto por su forma como por el fondo, en el que la crítica social es más que obvia, un juego de espejos envuelto en un velo de falsas apariencias impuestas por los poderes fácticos, capaces de corromper cualquier institución. ¡Bocatto di cardinale!







Cava dos fosas es una novela policíaca sublime y negra como la boca del lobo, que invita a la reflexión sobre la condición humana porque, a fin de cuentas, también es una novela de personajes poliédricos, escrita con fluidez, con momentos inolvidables de extremada angustia porque su trama está construida con una destreza extraordinaria. Una novela que, como un puzle, va encajando sus piezas a medida que las páginas se deslizan entre nuestras manos, hasta conformar un mosaico de historias que convergen en la figura de Javier Gallardo. Merece la pena y mucho. Palabrita de Yincanera.




15 comentarios:

  1. Entrar en una novela, sin leer la sinopsis, sin conocer al autor y encontrar esta joya, es una verdadera fortuna. Gracias por elegirla y gracias por dejarme, una vez más, compartirla con #SoyYincanera. Tu reseña, como siempre, a la altura de la novela. Un beso.

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  2. Me encantan las sorpresas que me llevo cada vez que leo una de tus reseñas, son pequeños "cerdos" en sí mismas ;). En cuanto a la novela, no tendría hartura de ninguna de las partes por separado, pero tengo que confesar que el solomillo de esta es simplemente sublime. Un beso.

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  3. Te juro Ana que despiezar un libro cual si fuera un chancho de las dehesas extremeñas no se me habría ocurrido ni a mí jajaja. Verás, todavía no tengo muy claro si darte las gracias o darte de leches por hacerme leer Cava dos fosas... espera, lo pienso rápido: gracias. Ni me hubiera acercado a él de no ser por tí y sin dudas me habría perdido un buen jabugo, y ante eso no hay dietas fantásticas o históricas que respetar. Me ha encantado tu reseña y sobre todo me tiene fascinada que me cuentes la historia de las editoriales. Cada vez estoy más convencida de que no nos equivocamos eligiéndonos. Al menos yo. Un beso mentora. La próxima vez prometo intentar no rechistar ante tus recomendaciones, porque no fallas.

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  4. Muy original reseña, yo en este caso casi que voy a ser exquisita y me voy a decantar por el aolomillo y las costillas. Muchas gracias por haberme dejado participar en el festín.
    Besos

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  5. Ay dios. Es una novela que quiero leer. Estuve el lunes mirando la sinopsis y la tengo apuntada. La reseña es extraordinaria.
    Besos. Muac.

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  6. No sé que decir me has dejado sin palabras. 🤐 Respecto a la novela te diré que me ha encantado que me ha gustado mucho compartir la lectura con vosotras y que elegis muy bien. Ha estado soberbia, como tu reseña

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  7. Hola. Me ha encantado la forma tan original de presentar la reseña. Ha sido una lectura sublime e intensa. Una trama que vuela sola y unos personajes que están vivos. Un besos.

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  8. Últimamente, he leído muy buenas reseñas de este libro. Lo tendré muy, pero que muy en cuenta. Me ha encantado tu blog, me quedo de seguidora y te invito a que te pases por el mío si te apetece (es Relatos y Más, es que aparecen dos en el perfil).
    Un abrazo.

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  9. El día en que deje de sorprenderme con tus reseñas espero que no llegue nunca. Como a ti me ha encantado la novela, y mira que estuve a punto de no participar... Un beso

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  10. ¡Hola!
    ¡Qué reseña! Me he quedado sin palabras... ¡Te felicito! 👏🏻
    Pues me encanta este género, así que, como no apuntarme este libro después de leer todo lo que nos comentas, sin duda alguna voy a buscarla para leerla en cuanto pueda.
    Gracias por obsequiarnos esta tremenda reseña ;)
    ¡Nos leemos!
    Un besote.

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  11. Ana, me has convencido para leer esta novela. Una reseña que esta a tu nivel. Un beso

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  13. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  14. ¡Qué gran reseña!
    Me ha encantado la originalidad con la que la has planteado.
    Le tengo muchas ganas a este libro, he oído maravillas de el.
    Muchas gracias por escribirla!

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  15. Curiosa reseña, sin duda, y muy currada, como siempre. Me ha encantado el paralelismo que has hecho entre el cerdo y la novela. Resultó todo un descubrimiento, tanto el autor como la trama, una historia de venganza y sus consecuencias ambientada en dos épocas muy bien definidas, con un ritmo ágil que hace que la novela se devore. Un placer haber conocido a Félix García en esta incursión en la novela negra, esperando que pronto se anime a escribir otra trama. Y gracias por habernos hecho partícipes de esta oportunidad de conocerlo. Besos.

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