miércoles, 7 de octubre de 2015

MEMENTO MORI, de César Pérez Gellida



DATOS TÉCNICOS:

Título: MEMENTO MORI
Trilogía: Versos, canciones y trocitos de carne. Tomo I
Autor: César Pérez Gellida
Editorial: Suma de Letras
Colección: Conspicua
ISBN: 978-84-8365-453-8
Páginas: 588
Presentación: Rústica con solapas




Cada vez que se produce un boom literario y leo reseñas positivísimas de una novela me echo a temblar, ya que acostumbro a crearme altas expectativas y una vez que siento la necesidad de adquirir el libro, temo que luego puedan decepcionarme más de lo que el libro se merece. Con esta novela, en particular, debo reconocer que he tenido momentos en los que me he mosqueado y que más adelante justificaré, aunque del resultado en conjunto he de decir que me ha gustado bastante, porque la intriga ha sido tanta, que ya me he comprado los dos ejemplares que componen esta trilogía titulada: Versos, canciones y trocitos de carne, si bien es cierto que le estoy cogiendo tanta manía al asunto de las trilogías y sus esperas que he decidido que, a partir de ahora, intentaré empezar a leerlas una vez hayan publicado el tercer tomo de cada colección, para así evitarme los nervios entre entrega y entrega.




NOTAS BIOGRÁFICAS SOBRE EL AUTOR:

César Pérez Gellida (Valladolid, 1974). Novelista español que destaca en el género de la novela negra, aunque también ha escrito relatos y ciencia-ficción.

Licenciado en Geografía e Historia por la Universidad de Valladolid, también cuenta con un máster en Dirección Comercial y de Marketing por la Cámara de Comercio de la capital vallisoletana, terreno en el que ha desarrollado su carrera laboral hasta que en 2011 decidió dedicarse exclusivamente a la literatura, trasladándose a vivir junto con su familia a Madrid.

OBRA:

Novelas:

- Memento Mori (2013, Suma de Letras). Primera parte de la trilogía Versos, canciones y trocitos de carne.

- Díes Irae (2013, Suma de Letras). Segunda parte de la trilogía Versos, canciones y trocitos de carne.

- Consumatum Est (2014, Suma de Letras). Tercera parte de la trilogía Versos, canciones y trocitos de carne.

- Khimera (2015, Suma de Letras).


Relatos:

- Mutatis mutandis
- Sapere aude
- Indivisa manent

(Los tres son precuelas de la trilogía Versos, canciones y trocitos de carne).


PREMIOS:

- Premio Racimo de Oro de Literatura 2012.
- Premio Lee Misterio 2013 como mejor novela nacional a Memento Mori.
- Premio Lee Misterio 2013 a Ramiro Sancho como mejor personaje masculino por su novela Memento Mori.
- Medalla de Honor de la Sociedad Española de Criminología y Ciencias Forenses en 2014.




ARGUMENTO:

Nada hacía presagiar que aquel tranquilo domingo de septiembre se iba a convertir en el origen del suplicio que cambiaría para siempre la vida de Ramiro Sancho y la de aquellos que participarían en la investigación del primer crimen (y sucesivos) de uno de los asesinos en serie más salvajes de los últimos tiempos.

Fue ese día, el 12 de septiembre de 2010, cuando hallaron el cadáver de María Fernanda, una joven ecuatoriana abandonada junto a unos matorrales en el vallisoletano parque Ribera de Castilla, estrangulada, con los párpados mutilados y un poema en la boca.

El problema es que no será la única y a ella le sucederán unas cuantas personas más, por lo que el Grupo de Homicidios de Valladolid, dirigido por Ramiro Sancho se empleará a fondo en la investigación, teniendo que recurrir a ayuda especializada, como lo serán Armando Lopategui, un psicólogo criminalista considerado una eminencia a nivel internacional en el campo de los asesinos en serie y Martina Corvo, Doctora en Psicolingüística, que ayudará a descifrar las motivaciones del sociópata con los mensajes versados que acostumbra a dejar a modo de firma.



IMPRESIONES:

Como os comentaba al principio, temo los bestsellers patrios (y ajenos) más que a un nublado. No es que no crea que haya escritores a la altura de los mejores –ya sabéis de mi debilidad por Lorenzo Silva y Víctor del Árbol, entre otros muchos-, pero tras el éxito, para mi gusto desorbitado, de Dolores Redondo con su Trilogía del Baztán, me parece que hay demasiado interés en juego por parte de las editoriales por este género y no la suficiente objetividad a la hora de hablar de determinadas novelas.

Dicho lo anterior y refiriéndome exclusivamente a esta novela, también tengo que decir que las casi seiscientas páginas que componen esta primera entrega se leen con avidez, como si no hubiese mañana, y que a pesar de su rotundo e inquietante inicio, la tensión no decae en ningún momento, algo complicado cuando se irrumpe de una manera tan espectacular. Prologado por Michael Robinson, en muchos capítulos he reconocido en los títulos algunos versos de las canciones de Enrique Bunbury, vocalista y líder de Héroes del Silencio (Empezar porque sí (y acabar no sé cuándo) de la canción “Deshacer el mundo”; Hoy párpados hinchados te ciegan, del tema “La alacena” o A grandes rasgos, podrías ser tú, de “Sirena varada”, etc).

Aún teniendo una única línea argumental, me ha parecido muy original el modo en que el autor narra la historia, toda vez que la conocemos desde distintas perspectivas que se van simultaneando a lo largo de los capítulos: unas veces vendrá de la mano de un narrador omnisciente, otras a través de la experiencia del propio asesino -al que conoceremos en las primeras páginas- o bien desde el punto de vista de Ramiro Sancho, el inspector responsable de la investigación. Todo esto, que parece engorroso a simple vista, resulta de lo más sencillo dado que en todo momento, junto al título de cada capítulo, Pérez Gellida nos indica en qué lugar se desarrolla la acción, así como la fecha y hora en que sucede. Además, para podernos situar perfectamente en los escenarios, al principio encontraremos un par de planos de la ciudad en que se desarrollan los acontecimientos: Valladolid.

A ello habría que añadir la intensidad de un ritmo que no decae en ningún momento y que te envuelve en un torbellino de situaciones encontradas, la naturalidad y la expresividad tan acentuada que caracteriza la prosa de Pérez Gellida. Los diálogos son abundantes, dando dinamismo a la lectura, pero también interesantes, pues no sobra ni falta ninguno. En ocasiones nos encontraremos con citas en latín a las que el protagonista (solo hay que ver el título) es muy aficionado. En mi caso no tuve grandes problemas para entenderlas, por lo que otro de los fallos que encontré en la novela fueron la infinidad de notas a pie de página que me iba encontrando y su correspondiente traducción.

Por todo ello, entiendo que Memento mori haya gustado a muchos porque es una historia impactante, que te mantiene pegado a sus páginas al estar cuajada de aciertos, como lo son, sin lugar a dudas, sus protagonistas, cincelados a base de humanidad y a los que llegamos a sentir tan reales como si de personas de carne y hueso se tratasen. No voy a decir que cercanía, porque no me gustaría encontrarme con ningún Augusto Ledesma en mi vida ni creo que su personalidad sea la más común de los mortales.

Así que, ya que he entrado en materia, voy a hablaros de los personajes de la novela, en particular de los protagonistas, aunque también haré una excepción deteniéndome también otros personajes a los que se suele obviar cuando reseñamos y que son el motor real de la trama:


Personajes:

Con respecto a los personajes diré que me ha encantado la manera en que están caracterizados, tanto en lo físico como en lo psicológico, dado que enseguida puedes hacerte una idea bastante visual y personal de cada uno de ellos. Hay muchos, por lo que me imagino que el esfuerzo para dotarles de vida a todos ellos ha tenido que ser impresionante.

Al principio de la novela aparece la Dramatis Personae y, aunque intentaré mencionar a todos los que intervienen directamente en los sucesos que acaecen en la historia, quiero destacar a tres de ellos, al ser los protagonistas indiscutibles de esta novela. No obstante, si tuviera que establecer una supremacía entre ellos, sin lugar a dudas se la otorgaría a  Augusto Ledesma, ya que toda la historia gira en torno a él:

- Augusto Ledesma: Nacido en marzo de 1978, su nombre original fue Gabriel García Mateo. Durante toda su infancia sufrió malos tratos por parte de su madre, motivo por el cual un juzgado actuó de oficio retirándole la custodia del niño. Meses después sería adoptado por la familia Ledesma Alonso. Dada la situación privilegiada de su nuevo progenitor, quien según para lo que le convenía se saltaba los vericuetos de la ley a su antojo, el niño pasó a llamarse Augusto Ledesma, “perdiéndose” todos los documentos sobre su adopción a efectos prácticos. Desde ese momento, su padre no cejará a la hora de ayudarle en su recuperación, tanto física como mental o académica. Le trasladará su afición por los libros, en particular los clásicos, y de su madre heredará su inclinación por los bonsáis. Recién estrenada la mayoría de edad se marcha a Nueva York a estudiar diseño gráfico, carrera que concluirá en Berlín cuatro años después. En la ciudad alemana descubrirá una nueva pasión: la música y a través de internet comenzará a relacionarse con un grupo de hackers, para posteriormente fundar su propio grupo, especializado en cuestiones de seguridad, al burlar sin ningún problema los servidores de distintos gobiernos y cuantas empresas se le ponen a tiro. Una vez establecido en España y con sus padres muertos en un accidente automovilístico, crea su propia empresa, desarrollando su labor como experto en documentoscopia en su domicilio. Tiene un cociente intelectual muy por encima de la media y nula empatía hacia sus congéneres, así como debilidad casi enfermiza por la ginebra y la cocaína.

- Ramiro Sancho: Inspector de policía del Grupo de Homicidios de Valladolid y, por lo tanto, responsable de la investigación de los asesinatos realizados por un psicópata del que, hasta el momento, no consiguen dar con su identidad.  Licenciado en Derecho por la Universidad de Valladolid, tras dejar la universidad opositó a inspector del Cuerpo de Policía, donde ingresó en 1993. Su primer destino le llevó a San Sebastián, lugar en el que conoció a su esposa, Nagore, de la que se divorció poco después. Allí luchó contra ETA infiltrándose en Jarrai. Posteriormente se trasladó a Valladolid, ejerciendo como inspector en el Grupo de Homicidios. De origen humilde, procede de una familia consagrada a las labores del campo en su localidad natal, Castrillo de la Guareña. Pelirrojo, de ojos claros, frente despejada y cejas pobladas, barba tupida y de gran envergadura. Su condición física es estupenda a pesar de su edad cercana a los cuarenta, ya que sigue cuidando su condición física desde los tiempos en que era jugador de rugby. Uno de sus rasgos más característicos es el uso continuo del refranero e infinidad de muletillas.

- Armando Lopategui: Alias Carapocha. Psicólogo criminalista nacido en Rusia, aunque de origen español, en su juventud fue agente del KGB y de la Stasi. A lo largo de su carrera ha participado en las investigaciones de los casos más macabros que han tenido como protagonistas a los asesinos en serie más desalmados de Europa, por lo que está considerado una eminencia en su campo. Debe su apodo a las cicatrices que a lo largo de los años se han ido perpetuando en su rostro como consecuencia de una varicela mal curada que contrajo siendo un niño. No obstante, a pesar de esta característica, también llama la atención físicamente por sus ojos saltones de color gris metálico, su cabello cortado a cepillo de un blanco inmaculado y una evidente cojera por un problema de cadera que arrastra desde hace tiempo.


Los otros personajes:

- María Fernanda: Joven de veinticuatro años, de padre ecuatoriano y madre española, trabaja como cajera en un hipermercado. Pelo negro y ojos oscuros. Fue la primera víctima de Augusto Ledesma. La conoció en un puf que acostumbraba a frecuentar para después llevársela a su casa donde la estranguló, para después amputarle los párpados. Más tarde la abandonó en el parque Ribera de Castilla con una poesía, “Afrodita”, protegida con una bolsita de plástico dentro de su boca.

- Mercedes Mateo: Madre biológica del protagonista. Desde el día en que parió a sus dos hijos gemelos y le comunicaron que uno de ellos había muerto a las pocas horas de nacer, ahogado al enredarse con el cordón umbilical del otro, decidió odiar de por vida al superviviente, descargando su ira contra él durante años hasta que los servicios sociales tomaron medidas y un juez le retiró la custodia del menor. A sus cincuenta y dos años, aparenta más edad, quizás por su cabello canoso y descuidado, sus arrugas y un par de ojos pequeños y oscuros sin apenas rastro de vida. Murió tras ser asfixiada con una bolsa de plástico el 31 de octubre de 2010, a última hora de la tarde, después de una lenta agonía. El poema dejado junto al cadáver, titulado “Clitemnestra” guarda mucha relación no solo sobre las razones que han llevado al asesino a cometer tal acto, sino que es toda una metáfora sobre su existencia.

- Martina Corvo: Doctora en Psicolingüística, empieza a colaborar con Ramiro Sancho a instancias del comisario Antonio Mejía, con el que le unen lazos de amistad. Treinta años, tez blanca y rostro redondeado, frente despejada y pelo largo de color castaño oscuro. Ojos verdes aceitunados, nariz proporcionada, boca grande con labios carnosos y perfecta dentadura. Testaruda y brillante a partes iguales, murió el 20 de noviembre de 2010. En esta ocasión, el asesino utilizó el mismo modo de proceder para reducir a la víctima que con su madre biológica: recurrió de nuevo a su Taser X26, una pistola de electrochoque diseñada para incapacitar a cualquier persona por medio de descargas eléctricas, para dejarla inconsciente y a continuación atarla de pies y manos a la cama para después asfixiarla. En este caso, procurando causar el menor daño pues, a fin de cuentas, no tenía nada contra ella, sino que simplemente se había cruzado en su camino.

- Mario Almeida, el “Buñuelo”: Cantautor de origen argentino y politoxicómano, no conocía a su verdugo de nada, pues su único pecado fue el de cruzarse con él ese mal día en que el psicópata salió a la caza de la víctima perfecta. Murió en un descampado de La Cistérniga, un municipio situado a cinco kilómetros de Valladolid englobado dentro del Área metropolitana de la ciudad el 21 de diciembre de 2010. Allí lo llevó engañado Augusto Ledesma, quien haciéndose pasar por periodista se lo cameló a cambio de dinero con la excusa de un reportaje fotográfico. Le asestó más de una treintena de golpes con un martillo tipo tas en cabeza y rostro, dejándole irreconocible. En esta ocasión no dejó ningún poema, pero si un D.N.I. falsificado con la antigua identidad del asesino, para de ese modo hacerle pasar como el cómplice del que después cargaría con las culpas.


- Jesús Bragado: Inspector retirado por diferencias con el comisario, intenta volver a su oficio involucrándose en la investigación de este caso. El problema es que su falta de principios es más que palmaria, aunque sus compañeros están a años luz de conocer los niveles de corrupción a los que ha llegado a lo largo de su dilatada carrera en la policía. Y no es hasta después de encontrar su cadáver cuando pueden hacerse una idea de sus correrías. Años atrás le hizo algún que otro “trabajito” al padre de Augusto Ledesma y su ambición le ha llevado a cometer la torpeza de querer extorsionar al hijo una vez que ha descubierto que es el asesino que todos andan buscando, razón por la que éste aprovechará la ocasión para que se coma el marrón, haciendo que cargue con todas las culpas al crear la coartada perfecta. Murió el 24 de diciembre de 2010 y junto a su cadáver encontraron un poema titulado “Fortuna” en el que confesaba sus crímenes como si en una partida de mus se tratase, dada su gran afición a este juego.

El resto del elenco lo componen numerosos personajes y, sorprendentemente, cada uno tiempo su momento de gloria, ninguno nos es indiferente si bien es cierto que los hay más o menos interesantes en función del papel que desempeñan, ya que todos ellos están perfectamente caracterizados. Los encontraremos tanto en el Cuerpo Nacional de Policía (Francisco Travieso, Antonio Mejía,  Patricio Matesanz, Álvaro Peteira, Carlos Gómez, Jacinto Garrido, Ángel Arnau, Carmen Montes, Áxel Botello, Santiago Salcedo o Mateo Marín) o civiles de todo tipo, desde colaboradores como Martina Corvo (que después se convertirá en víctima), la jueza encargada de la instrucción Aurora Miralles, el subdelegado del Gobierno de la Junta de Castilla y León, forenses, el personal del garito al que suele acudir el protagonista, los hackers miembros del Das Zweite Untergeschoss y un largo etcétera o un expolicía corrupto entre otros muchos.



LOS ESCENARIOS:


Y si de personajes hablamos, Valladolid es uno más, porque llegamos a conocer la ciudad como cualquier pucelano, perdiéndonos por sus calles, por sus parques como el de la  Ribera de Castilla o el Campo Grande con su estanque y su cascada, su Plaza Mayor, sus barriadas como la de Covaresa, donde vive el protagonista y la élite de la ciudad; o el de Arturo Eyries, una de las zonas más deprimidas de la ciudad, donde reside su madre biológica; o el de Parquesol o el de Las Delicias, donde vive Ramiro Sancho y donde se encuentra la comisaría, respectivamente. Además de los lugares a los que suelen ir nuestros protagonistas para convertirnos en un parroquiano más. Te da la sensación, en más de una ocasión, que podrías elaborar una guía del gourmet frecuentando locales como El Lagar de Venancio en la calle Traductores, el Café Molinero, que abrió sus puertas en 1943 en la calle María de Molina, el Vino Tinto de la calle Campanas, La Parrilla de San Lorenzo. Y como de casta le viene al galgo y la mayoría de los personajes son vallisoletanos de pura cepa, no le hacen ascos a sus caldos de la Ribera del Duero, por lo que no pueden faltar los Pesquera, Arzuaga, Dehesa de los Canónigos, Finca Resalso, Malleolus o Mararromera. Y luego, los más jóvenes, tomarán la última en el El Zero Café de la calle San Blas, donde aparte de poner buena música, sirven los Gin Tonics de Hendrick’s con mucho mimo. 

Una novela con banda sonora:

A lo largo de las casi seiscientas páginas que componen la novela, nos iremos encontrando con una larga serie de canciones que escucha el protagonista de esta historia. Es otro de los detalles que me han parecido exagerados en el libro y que en ocasiones llegó a molestarme aunque siempre tuve presente la premisa del nombre de la trilogía de la que esta novela forma parte (Versos, canciones y trocitos de carne). No hace mucho, leí la última novela de Lorenzo Silva, en la que también la música era parte fundamental de la trama para entender a los protagonistas. Pues bien, mientras que en Música para feos la manera en que Silva las introducía me parecía todo un acierto, en esta novela se me hacía pesada, más cuando encima incluía fragmentos de las canciones por no decir que las canciones enteras, aplicándose el dicho de “más vale que sobre, que no que falte”, normalmente en inglés. No voy a discutir si estaban bien elegidas o no o abundar sobre la cultura musical de Pérez Gellida, que se la supongo de antemano, pero me reafirmo en que en bastantes ocasiones tuve la sensación de que no venían a cuento. No obstante, mi curiosidad innata me ha llevado a escucharlas todas, a pesar de lo inoportuno del momento en que en muchas ocasiones acostumbro a leer (normalmente, de noche y ya acostada). No obstante, por si os pica la curiosidad, a continuación os paso la lista de cada una de ellas, que podéis escuchar pinchando sobre el título de las mismas:

1.- …Y la final. Bunbury.

2.- Me amo. Love of Lesbian

3.- Gang bang. Nacho Vegas.

4.- Spieluhr. Rammstein.

5.- Promises. The Cranberries.

6.- La sirena varada. Héroes del Silencio.

7.- Little fifteen. Depeche Mode.

8.- Stripped. Rammstein.

9.- Bravo. Nacho Vegas.

10.- Réquiem: Dies irae, Wolfgang Amadeus Mozart.


12.- Carl Orff. Carmina Burana

13.- Faith, hope, love. Starsailor.

14.-Surfing with thealien. Joe Satriani.

15.- Take this waltz. Leonard Cohen.

16.- Al respirar. Vetusta Morla.

17.- 1999. Love of Lesbian.

18.- Julien. Placebo.

19.- Metamorphosis. Methods of Mayhem.

20.- Toro. El Columpio Asesino.

21.- Broken promise. Placebo.




CONCLUSIONES:

Poco más puedo decir de esta novela que me ha sorprendido por su trama, narrada con un estilo resuelto e intrépido y un lenguaje muy visual, prácticamente cinematográfico. Si acaso, lo único que me ha podido molestar es que el final sea abierto, toda vez que se trata de una trilogía, por lo que no queda otra que leerse los dos siguientes tomos para ver qué derroteros toma. En este sentido, teniéndolos a mano en mi biblioteca, no sufriré como en otras ocasiones.









23 comentarios:

  1. He leido/escuchado muy buenas criticas de este libro pero no me termina de llamar la atencion. Por ahora no creo que lo lea.

    Saludos

    ResponderEliminar
  2. Devoré los dos primeros libros de esta trilogía y el tercero lo tengo aún pendiente. No sé si es que me da pena terminar con esta historia...
    Besotes!!!

    ResponderEliminar
  3. Ya he leído varias reseñas sobre este libro, y siempre lo ponen muy bien, pero después de leer tu reseña me parece que ya es momento para ponerme con el.
    Besos

    ResponderEliminar
  4. Hola!
    Me encantan los thrillers y desde que vi este con sus buenas reseñas lo tengo pendiente de leer. Me pasa parecido con las sagas, intento que haya varios publicados porque me da ansia leerlos más seguidos.
    Besos!

    ResponderEliminar
  5. Descubrí el primero por casualidad y tuve que leer el segundo nada más terminarlo. Una trilogía que me encantó

    Besos!

    ResponderEliminar
  6. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  7. No suelo leer este tipo de libros, pero esta trilogía me gusto mucho.
    Un beso :)

    ResponderEliminar
  8. Una estupenda novela y una gran trilogía. Besos.

    ResponderEliminar
  9. Llevas una rachas de joyitas leídas que vaya tela , jamón, jamón.

    ResponderEliminar
  10. Coincido contigo! Cesar Pérez Gellida es que es espectacular y esta trilogía para cine.

    Besos

    ResponderEliminar
  11. Tengo las tres en el Kindle y también tengo un caos de lecturas pendientes que hasta a mí me da miedo. Pero nada me gusta más que una novela con crímenes y trama apasionante. La leo seguro.
    Besazos.

    ResponderEliminar
  12. He leído buenas críticas sobre Pérez Gellida será interesante empezar (cuando pueda) a ver si es tan buena como dicen. Yo también soy muy crítico con la publicidad que lanzan las editoriales actualmente, prefiero ver opiniones de los lectores antes de lanzarme de cabeza a menos que ya conozca al autor y me guste, en ese caso no me lo pienso.

    ResponderEliminar
  13. Hija, últimamente reseñas poco pero cuando apareces ...te luces! Muy buena y completa reseña! Ahora a seguir eh? Me encantó esta trilogía!
    Un beso

    ResponderEliminar
  14. A mí también me toca un poco las narices ya el tema de las trilogías, aunque al menos en este caso, a pesar de las expectativas, no me llevé ningún chasco. Eso sí, aún he leído solo la primera, así que a ver si me hago con el resto.

    ResponderEliminar
  15. Una trilogía a la que yo también estoy esperando. Compré hace ya bastante tiempo el primer tomo, y en cuanto salieron los siguientes me hice con ellos, pero aún no he comenzado con ninguno.

    Al igual que tú, me molesta el tema de las trilogías (parece que crecen hasta debajo de las piedras) y no quiero leer ninguna hasta no estar completamente segura de que me va a gustar y que tengo a mi disposición el resto de tomos.

    En cuanto a los peros que marcas, para mí no representan nada negativo, sino todo lo contrario: me parecen una ayuda. Así que creo que disfrutaré tanto como tú de ellos.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  16. Conocí primero al escritor,de rebote,por una entrevista en Radio3, a él y a Iván Ferreiro en la que hablaban de la banda sonora de unos libros y a mi se me despertó el gusanillo porque si hay algo que me gusta más que la música es leer . Así web investigando por Internet decidí que esta trilogía (y soy muy reacia a ellas) me podía gustar.Me descargué la muestra,a ver,y pintaba bien,muy bien pero...que siempre lo hay,descubro que el protagonista se llama Augusto,fuma puritos Moods y bebe gin-tonic.Y cual es el problema?se preguntará más de uno.Ninguno,solo que mi marido. ..se llama Augusto,fuma Moods y bebe gin-tonic!!!����

    ResponderEliminar
  17. Hace tiempo q me apetece ponerme con ella y leyendo tu estupenda reseña aun más. Estoy segura q me gustaran porq además me gustan las sagas. Besinos.

    ResponderEliminar
  18. Hace tiempo q me apetece ponerme con ella y leyendo tu estupenda reseña aun más. Estoy segura q me gustaran porq además me gustan las sagas. Besinos.

    ResponderEliminar
  19. Lo tengo pendiente desde hace un montón!!

    Besotes

    ResponderEliminar
  20. Tengo los tres libros descargados, pero hasta ahora me daba un poco de pereza ponerme con ellos pero después de leer la magnifica reseña creo que me pondré ya mismo. Besos

    ResponderEliminar
  21. Tengo que empezar a a leer a este autor, he leído reseñas que hablan muy bien de sus libros. Besos

    ResponderEliminar
  22. Me encanta este libro, me siento tan identificada con su vida y como se va a estudiar diseño grafico

    ResponderEliminar
  23. Buenísimas lecturas, me encantaron tus reflexiones sobre ellos. Un saludo

    ResponderEliminar