lunes, 28 de marzo de 2022

LAS HEREDERAS DE LA SINGER, de Ana Lena Rivera


DATOS TÉCNICOS:

Título: LAS HEREDERAS DE LA SINGER

Autora: Ana Lena Rivera

Editorial: Grijalbo

Colección: Ficción

ISBN: 978-84-25360-97-8

Páginas: 512

Presentación: Rústica con solapas

 

 

Ana Lena Rivera (Oviedo, 1972), tras licenciarse en Derecho y Administración de Empresas en ICADE, Madrid, dedicó veinte años de su vida a ejercer como directiva en una gran multinacional, tarea que abandonó para dedicarse de lleno a la literatura, su gran pasión. En enero de 2019 publicó su primera novela, Lo que callan los muertos, con la que iniciaba la serie Gracia San Sebastián y con la que ganó el Premio Torrente Ballester y posteriormente se proclamó Finalista del Premio Tuber Melanosporum que entrega el Festival Morella Negra. En enero de 2020 publicó Un asesino en tu sombra, a la que seguiría una tercera novela, Los muertos no saben nadar, en marzo de 2021. En febrero de este 2022 ha publicado Las herederas de la Singer, una saga familiar protagonizada por cuatro mujeres, fascinantes todas ellas aunque no en la misma proporción, que se desnudarán ante nosotros para desvelarnos sus vidas, sus secretos e intensos fragmentos del tiempo que les tocó vivir.

Afirma un antiguo adagio que nadie elige a la familia en la que nace, si bien es cierto que, con el tiempo, uno tiene la potestad de elegir aquella en la que quiere vivir. Y eso es lo que hicieron las cuatro protagonistas de esta historia: elegirse ellas mismas como familia y abrazarse a una máquina de coser, primero como sustento, después como símbolo de esos secretos que todos llevamos y no siempre compartimos y de los obstáculos que nos pone la vida, quizás porque el ADN de la primera de ellas se forjó como las espadas de acero valyrio y las demás lo fueron heredando, como la Singer.

Y dado que esta es una saga familiar que abarca cuatro generaciones de costureras –las dos primeras auténticas, las dos últimas no, aunque expertas en reunir los jirones de su vida para transformarlos en un mar de posibilidades a base de puntadas y desgarros-, nada mejor que una frase del maestro Balenciaga para entender esta novela y así desgranarla:


- Arquitecta para los patrones:

Lo primero que llama la atención de esta novela, mucho antes de que conozcas siquiera a las protagonistas o su entorno, es la estructura. Salta a la vista en las primeras páginas, porque no es lineal ni por aproximación. Y sorprende. Porque aquí lo de hablar de que la novela comienza in media res, o que se recurre continuamente a analepsis (o flashbacks), prolepsis o dislocación del orden lineal de la narración (combinación de las dos anteriores) es casi una broma, porque casi podría decirse que es un festival de todas estas técnicas juntas elevadas a la quinta potencia, claro que con un gusto exquisito.

Está narrada en tercera persona con estilo indirecto libre y abundancia de diálogos, excepto cuando toma la palabra una protagonista en particular y este es un hecho que me ha resultado curioso, sobre todo cuando intentando descubrir qué es lo que diferenciaba un capítulo de otro -dado que esta novela es una sucesión de pequeños retazos de la vida de cada una de ellas, independientemente de que puedan coincidir en la secuencia más de una, de dos o de tres, y que estos se vayan alternando aparentemente sin orden ni concierto, de principio a fin -, me di cuenta que esos veintidós capítulos en los que se divide la obra siempre arrancaban con el testimonio de Ana, la tercera de la saga por orden de nacimiento.

Sin embargo, esa sorpresa inicial, en vez de una contrariedad se convierte rápidamente en una ventaja, porque da una fluidez a la trama que no os podéis imaginar y ese aparente desorden es su principal encanto.

Porque nada es casual en esta novela y eso se debe a que Ana Lena Rivera ha proyectado y medido con precisión matemática cada capítulo de esta novela, deconstruyendo una historia que podía haber resultado más fácil narrándola de la manera habitual, pero que al hacerlo de este modo contagia al lector de una sensación de viveza apabullante, mostrándonos un archipiélago de comportamientos ante la vida desde una perspectiva tan inusual como atractiva.

 

- Escultora para la forma:

En un artículo para VanityFair, Mariu Emilas, hija del que durante décadas fue mano derecha del maestro de la alta costura, comentaba acerca del libro que acababa de publicar que Balenciaga, una vez terminado el proceso de patronaje, "colocaba la tela sobre la modelo e iba dándole forma, como si esculpiera la prenda sobre su cuerpo" y que era una fase muy precisa, en la que se daba mucha trascendencia a los cimientos.

Algo similar hace Ana Lena Rivera con sus personajes, los va cincelando a golpe de ingenio y oficio, con el hándicap de que no solo se ha enfrentado al hecho de crear un protagonista y luego una corte de secundarios, sino que aquí estamos hablando de cuatro mujeres a cual más interesante, más unos secundarios de tronío que las humanizan más si eso es posible. Es verdad que una de ellas destaca sobre las tres, porque su vida es más azarosa y su personalidad desconcertante. Os hago una breve descripción de ellas:

- Aurora: Nacida en Turón, en 1922. Es hija única de Fructuoso, un minero conocido como Frutos, y Olvido. Es la personificación de la audacia, pero también muchas cosas más. De hecho, su historia, aparte de inolvidable, es impactante, pero más que por lo que le ha sobrevenido sin buscarlo, lo es por su actitud, por las veces que ha tenido que levantarse, porque es un personaje que siempre da la talla, para bien o para mal, aunque sea por sus imperfecciones o por no tener medida. A veces resulta odiosa, pero eso solo es quedarse en la espuma del mar. De nadie que haya vivido en sus condiciones puede esperarse tanta cordura a pesar de que a veces se le vaya la pinza. En mayo de 1940, con tan solo dieciocho años, se casó con Paulino Muñiz, un joven picador de veintidós años, huérfano de padres. Dos meses antes recibió como regalo de bodas una Singer de segunda mano a pedal, con mesa de trabajo incluida. Tuvo tres hijos (Águeda, Pedro y Paulino), a los que no prestaba la menor atención, ya que su única prioridad era la costura, que le permitía evadirse del mundo al ritmo que marcaba la máquina y con la que podían salir adelante en aquellos años infernales.

- Águeda: Es la integridad en persona. Nació en Turón, la noche de Reyes de 1941. Morena de piel, ojos tristes y pelo negro, tenía las orejas de soplillo, lo que unido a un cuerpo achaparrado y lo poco agraciada que era, pasó toda su vida acomplejada. Era muy reservada, porque pasó una infancia difícil, ya que su madre tenía el corazón como el pedernal y parecía disfrutar castigándola. Su única ilusión era su incipiente amistad con Florita y el cariño que le profesaba la abuela de la esta, Herminia.  Conoció a su marido en 1966, en el baile de las fiestas del Cristo y ese mismo día se enamoró de él para casarse pocos meses después e irse a vivir a Oviedo con él.

- Ana: Nació en Oviedo en 1968. Casada con Carlos Fresno, uno de los empresarios más punteros y una de las mayores fortunas del país. Tiene tres hijos, Alba, Carlos y Jesús. Es la rectitud en persona y muy voluntariosa. Estudió arquitectura en Madrid, pero nunca ejerció como tal, ya que una vez casada se dedicó en cuerpo y alma a cuidar la imagen de la marca Fresno, con la supervisión explícita de su suegra, Paloma Sánchez.  

- Alba: Desde el día que nació en Madrid, en 1995, fue una niña querida y deseada por todos, en particular por su madre y abuelas. Con la adolescencia empezó a convertirse en una rebelde impenitente, algo que mejoró levemente con el tiempo, aunque en la actualidad sigue siendo y transgresora por naturaleza y de convicciones firmes.

También será protagonista la vieja Singer, la máquina que ayudó en los primeros tiempos al sustento de la familia y que con el paso de los años se ha convertido en casi una pieza de museo, pero, sobre todo, por ser la depositaria de un secreto que custodia entre vetas y hendiduras y que mantendrá oculto a lo largo de los años.  Solo nosotros seremos cómplices de él, casi desde las primeras páginas, esperando inquietos el momento en que se desvele.  

Me dejo en el tintero a muchos personajes a los que he mencionado de refilón en muchos casos, como Jesus, Frutos, Carlos, Herminia o Florita. Pero también hay otros tantos, como Ramona, César, Ceferino, Paloma o Beva, que os aseguro que tienen como para escribir un libro de cada uno de ellos. Pocas veces he visto unos secundarios tan bien detallados, tan carismáticos y tan interesantes.

 

- Pintora para los dibujos:

Las herederas de la Singer es un fresco de la época en que se desarrolla, henchido de matices, pero también un viaje a través del tiempo y del espacio, sin obviar el universo emocional de las protagonistas que compartirás en algún tramo del camino. De ese modo, la historia nos remonta al siglo pasado, para descubrir a la primera de las protagonistas: Aurora, nacida en 1922, para continuar con Águeda (1942), Ana (1968) y Alba (1995). Ellas, a través de infinidad de anécdotas, nos relatarán su vida cotidiana y, al hilo de esa intrahistoria, seremos partícipes de otros muchos acontecimientos realmente históricos que contextualizan la narración para acercarnos a la sociedad de la época con ágiles pinceladas de etérea luminosidad, pero que no le quitan ni una pizca de lustre a la de ellas, porque el pasado se sustenta de las vivencias de personajes anónimos como las protagonistas de esta novela, capaces de atesorar en su experiencia vital la auténtica realidad; por otro lado, la acción comenzará en Turón, una parroquia perteneciente al concejo de Mieres, rodeada de inmensas montañas tupidas por un verde perpetuo en la cuenca minera asturiana para, pocos años después, trasladarnos a la señorial Oviedo, con escarceos estivales a Gijón y así acabar recalando en el Madrid más elitistas, pasando un breve período –teniendo en cuenta que la historia abarca prácticamente un siglo- en El Palmar de Troya, tan rocambolesco como el Papa Clemente.

 

- Música para la armonía:

Como decía cuando hablaba de la estructura de la novela, Ana Lena ha sabido arriesgar con el material con que contaba (la historia de cada una de las protagonistas), la proporción armónica (la manera en que ha ido ensamblando y simultaneando fragmentos de sus vidas que, a modo de teselas y a medida que vamos pasando las páginas se convierten en un mosaico perfecto) y el modo en que ha ido moldeando a los personajes para ofrecernos un relato que suena en ocasiones como la Cabalgata de las valkirias, cuando la autora nos lleva explorar los antagonismos  en las relaciones humanas y las más de las veces como El bolero de Ravel, por el modo en que utiliza diferentes orquestaciones para variar el orden de los hilos de cada trama y resolver un crescendo memorable.

Sin embargo, por los muchos temas que aborda, casi podría decirse que suena como un memorable popurrí en el que incluiría algunas de las piezas más famosas de la música clásica (clicando en el título podéis escuchar cada pieza):

- Quinta Sinfonía, de Ludwig van Beethoven: Una las piezas más famosas de todos los tiempos, capaz de ser reconocida por todo el mundo por sus cuatro notas preliminares. Una sinfonía de la que los críticos dicen que simboliza la llamada del destino tocando tu puerta. Una pieza magistral que, aparte de su inicio, tiene momentos muy intensos, otros dulces (los menos), pero que en su cuarto movimiento está considerada como una de las más notables composiciones heroicas de todos los tiempos, como la vida que llevaron las mujeres que se reflejan en esta historia, mujeres tan corrientes como reales, que tenían que bregar a diario con la injusticia por el hecho de serlo, porque en aquella época la violencia de género era el pan nuestro de cada día, porque el sometimiento, en todos los sentidos, era atroz. Y aún así resistían, porque era su destino. O eso creían.

- “En el salón del rey de la montaña”, compuesto como música ocasional para la obra Peer Gynt, de Henrik Ibsen por Edvard Grieg. Esta pieza también es conocida como “En la gruta del rey de la montaña”. Aunque esta pieza narra la bajada de Peer Gynt a una gruta enigmática, aprovecho el símil para mencionar a esas mujeres mineras, a las que Ana Lena Rivera rinde un emotivo homenaje en esta novela, que durante el franquismo fueron invisibles porque estaba prohibido que ejercieran este oficio, -que ya se sabía que el lugar de una mujer era en casa, criando a sus hijos y atendiendo a la familia-, pero que, en la práctica, era un hecho. Y en la mina, ya que estaban, desarrollaban los peores trabajos, cobrando la mitad y dando gracias para que el imbécil de turno no quisiera propasarse con ellas.

- “Dúo de las flores”, de la ópera Lakmé de Léo Delibes, porque del mismo modo en que se comportaban los oficiales ingleses durante la colonización británica de la India, allanando y profanando todo lo que encontraban a su paso, también lo hacían los soldados regulares africanos, la conocida como Guardia Roja de Franco, que operaba en España –y más concretamente en Asturias- con absoluta impunidad en aquellos tiempos de postguerra y, claro está, donde no hay justicia, aflora la venganza.

- “Para Elisa”, de Ludwig van Beethoven, una composición musical ágil y corta de corte romántico. Existe una teoría que mantiene que el nombre real debería ser “Para Teresa”, pero que hubo una confusión a la hora de transcribir el manuscrito original. Aunque hay varias teorías sobre la persona a la que va dedicada esta pieza, se sospecha que se trataría de una alumna del compositor, de la que se enamoró y declaró, claro que ella prefirió casarse con un noble austriaco, algo que, en otro orden, también sucede en Las herederas de la Singer, que trata el amor desde distintas perspectivas: desde los amores no correspondidos, a los matrimonios de conveniencia, así como a todos los imaginables.

- Preludio de la Suite para violonchelo solo Nº 1, de Johann Sebastian Bach: La primera de las seis suites para violonchelo compuestas por el músico alemán que están consideradas como una de las mayores obras jamás escritas para este instrumento y que en su época supuso toda una innovación, dado que, hasta ese momento, el violonchelo solo se utilizaba como acompañamiento, del mismo modo que es absolutamente original el modo en el que Ana Lena Rivera plantea muchos de los temas que en esta novela se desarrollan, aunque hay uno que me ha resultado toda una ocurrencia, como es el momento en que Aurora se marcha a vivir a El Palmar de Troya, en la época del Papa Clemente y sus locos seguidores y el modo que tiene de buscarse la vida a la sombra de la Iglesia Palmariana. Porque aunque Aurora no acuñó la frase “uno es lo que hace, no lo que dice”, la lleva impresa en su ADN.

Y podría seguir mencionando temas y música hasta aburrirte si no lo he hecho ya, porque me he dejado muchos en el tintero. Temas de gran calado que te harán amar esta historia, te lo aseguro.

 

- Filósofa para la medida:

Ana Lena Rivera es un verso suelto de la narrativa, una buscadora incansable de la palabra justa y el adjetivo correcto, de la prosa directa y las tramas sencillas aunque llenas de matices y, sobre todo, de los personajes contundentes y muy desarrollados, de los que parecen mostrar una fracción de sí mismos cuando son el infinito. Siempre tengo la sensación de que en sus novelas todo está sutilmente medido, tanto la historia que nos quiere contar como el modo en que lo hace, porque no te lo cuenta todo, sino que deja que tu imaginación ponga el límite. Porque Ana Lena Rivera es capaz de bucear en las procelosas aguas de la realidad más sórdida y, sin embargo, no encuentras ni un atisbo de morbo, porque hay tanta verdad en esta historia, que cuando terminas la novela eres consciente de que la has vivido sin trucos ni enredos, porque rezuma verdad.

Dicho lo cual y una vez contado lo que se puede contar, me viene a la memoria el encuentro que mantuvimos algunas yincaneras con Ana Lena Rivera durante la pasada Feria del Libro de Madrid. Estábamos ansiosas por comentar su última novela hasta ese momento, Los muertos no saben nadar, y también lo estábamos por conocer sus nuevos proyectos que, imaginábamos, rondarían en torno a un nuevo episodio de Gracia San Sebastian.

He de admitir que cuando nos habló de este libro, el cambio de registro me cayó como un jarro de agua helada. En cierto modo, me sentía un poco como la madre de la Pantoja. La había visto crecer a pasos agigantados desde aquel lejano mes de enero de 2019 en que publicó, Lo que callan los muertos (que tampoco ha pasado tanto tiempo, pero ya sabéis que soy muy intensita para mis cosas), hasta la tercera, en que había conseguido hacerse su sitio en este mundo tan complejo de la novela negra y dar un giro tan radical me parecía un desatino. Y yo, como madre de la Pantoja –insisto, aunque nadie me había pedido que ejerciera de tal-, no estaba dispuesta a admitir que “mi niña” dejase la copla para pasarse al heavy metal, ni a que cambiase las batas de cola por los trajes de cuero. Así que la espera, hasta que he tenido este libro en las manos y he podido leerlo ha sido desquiciante (escribir “desquiciada” junto a Kayena puede considerarse una reiteración), pero ahora, una vez digerido, habiendo descubierto con el pasar de los días las muchas capas que tiene la lectura, solo os puedo decir que es de las novelas más gratificantes que he leído en mucho tiempo. Su trama es oro puro, sus personajes, una delicia por su profundidad (y hablo de las cuatro mujeres, porque aunque parezca que una destaca más que las demás, a nada que le deis una vuelta a la historia de cada una, sentiréis lo mismo), los temas que se plantean son fascinantes y el estilo de la autora, impecable. Ana Lena ha demostrado no solo que es una todoterreno, sino que no tiene techo y yo seguiré apostando por ella, sin fisuras, porque lo que ha escrito solo se puede resumir escuchando el Nocturno Op. 9, nº 2 de Frédéric Chopin.

 


P.D.: Cada día tengo más claro que ordenar un trastero debería dejar de ser algo más que una asignatura pendiente, pero en el caso de esta autora, habría de ser una obligación permanente (podéis ver la explicación aquí). 


sábado, 26 de febrero de 2022

EL LECTOR FIEL, de Max Seeck

 

DATOS TÉCNICOS:

Título: EL LECTOR FIEL

Título original: Uskollinen lukija

Autor: Max Seeck

Traductora: Luisa Gutiérrez Ruiz

Editorial: Maeva

ISBN: 978-84-18184-83-3

Páginas: 440

Presentación: Rústica con solapas

 

Max Seeck (Helsinki, 1985) ha trabajado en el mundo del marketing y las ventas, aunque sus verdaderas pasiones son la escritura y la literatura, en particular la novela negra. Aunque ya ha escrito otros libros, que no han sido traducidas del finés, su lengua materna, el éxito internacional le ha llegado con la publicación, en cuarenta países y otros tantos idiomas, de El lector fiel, el libro del que hoy os quiero hablar. Una historia que transcurre en Finlandia en su trama principal, pero a la que no le faltan algunos escarceos, breves, pero intensos, a Venecia, para de ese modo darnos un respiro y que podamos sacudirnos de vez en cuando esa capa de frialdad que rezuma la novela en cada una de sus páginas y que se nos queda adherida en la piel.

Todo comienza una desapacible noche de febrero cuando la policía se persona en la lujosa mansión con vistas al mar que los Koponen tienen en Kulosaari, (una isla que se fusionó en 1942 a Helsinki para convertirse en un distrito más de la capital), tras ser advertidos de un probable suicidio, percatándose enseguida que no era tal, al descubrir que María Koponen ha sido asesinada y que el modo en que han hallado el cadáver implica que ha habido una puesta en escena previa: la víctima está sentada en una silla, prácticamente erguida. Lleva puesto un vestido de fiesta, negro y con un pronunciado escote. Sin embargo, lo que más desconcierta a los policías es el extraño rictus que perciben en su rostro, donde una sonrisa convulsa resulta de lo más extraña y espeluznante. Tampoco presenta heridas externas que puedan determinar la causa de su muerte.

En un análisis preliminar de la escena del crimen, Jessica Niemi, la responsable de la investigación, descubre una estantería donde se exponen todos los libros escritos por Roger Koponen, marido de la víctima, así como las correspondientes versiones editadas en las distintas lenguas en que ha sido traducido. Al observar y comparar las portadas, percibe que en la mayoría de los países los editores se han decantado por representar el martirio de una bruja. A fin de cuentas, el subtítulo de la trilogía es de lo más obvio: “Un asesino en serie… que se dedica a cazar brujas”. Lo que ya le rechina más es que esas brujas son el fiel retrato de una joven hermosa, vestida de negro y con una sonrisa espeluznante. Está claro que el asesino ha leído esos libros.

Asimismo, se percatan enseguida, que el marido, un afamado escritor de bestsellers, se encuentra presentando la última de sus novelas en Savonlinna, a cuatrocientos kilómetros de distancia. Y es precisamente allí, en el auditorio principal del centro de conferencias donde se entabla después un coloquio cuando un lector de rostro enjuto, sentado en el centro de la sala, le interpela con una serie de preguntas ciertamente inquietantes que consiguen crear una atmósfera incómoda:


Durante la cena posterior al evento, Roger es convocado por la policía para que se persone en la comisaría de la localidad. Allí le informan de lo sucedido con su mujer y, tras un interrogatorio liviano efectuado por Erne Mikson por videollamada, este le envía una fotografía de la escena de crimen, para ver si la intuición de Jessica, cuando observó las portadas de los libros, puede ser refrendada por el escritor. Obviamente, la respuesta es un sí rotundo, claro que lo que no se esperan es que este les de una pista del siguiente asesinato, porque en sus libros murieron dos brujas a la vez y la segunda fue enterrada bajo el hielo, claro que a ellas les seguirán, según la serie Caza de brujas, cinco asesinatos más.

Comienza así una carrera contrarreloj por encontrar al asesino que solo tiene sus momentos de respiro cuando el autor nos traslada a Venecia, para dar paso a otra trama secundaria que nos acerca un poco más a la verdadera protagonista de esta historia: la inspectora del Departamento de Homicidios de Helsinki Jessica Niemi, quince años atrás.

Porque Jessica Niemi, a sus treinta y tres años, es una hermosa mujer de rostro anguloso y expresión grave, pero además de ello, en esta novela, se postula como una auténtica Andrómaca del siglo XXI y, como tal, es capaz de ganar a los criminales en la guerra, aun perdiendo alguna batalla. Para ello se pone en la piel de un líder del ciclismo sin permitirse una sola debilidad. Es disciplinada, constante e intuitiva. También es verdad que tiene un equipo de gregarios dispuestos a suministrarle todo lo que precise y por eso no tiene inconveniente en pedalear junto a ellos cuando la ocasión lo requiere:

- Erne Mikson: Tiene cincuenta años y es el comisario jefe de la Policía Criminal de Helsinki y responsable de la investigación. Es el jefe de Jessica y más que amigo, para él es como su hija, a pesar de tener dos biológicos de los que se siente muy orgulloso. Se conocen desde hace quince años. Tiene una necesidad enfermiza de sermonear a su equipo; sin embargo, se lo perdonan todo porque tiene un gran corazón. Al inicio de la novela, lleva dos semanas con una gripe persistente, de ahí la fijación que tiene con tomarse la temperatura continuamente. La enfermedad no remitirá en ningún momento, derivando en otra más seria.

- Jussuf Pepple, Subinspector del equipo de investigación. De origen etíope, nació y creció en Söderkulla, un barrio de una localidad cercana a Helsinki. Es guapo, tiene los ojos y grandes y es atlético. Tiene dos años menos que Jessica.

- Mikael Kaariniemi: Cuarenta años y con problemas de calvicie. Es un hombre con una confianza en sí mismo a prueba de bombas. Le gusta vestir bien. Es soltero, aunque siente que hay química con su superiora.

- Rasmus Susikoski: Tiene treinta y tres años y es pareja de Nina, aunque no lo admitirán nunca. Es el muy agudo en sus análisis, debido en gran parte a sus grandes conocimientos enciclopédicos, claro que también tiene problemas de sudoración, en la misma proporción. Estudió Derecho, aunque nunca ha ejercido como abogado.

- Nina: Cuarenta años y guapa. Suele vestir siempre de manera desenfada, con sudaderas y vaqueros. Junto con Rasmus, están considerados los cerebritos del departamento, ya que tienen un ojo infalible para localizar los detalles más trascendentales de cada investigación.  

 

Sin embargo, cuando llega el momento de la verdad, está sola cuando se trata de escalar las cimas más escarpadas. Para ello echará mano del estoicismo como combustible para alcanzar la meta. Lo veremos en Venecia, donde vivirá un romance que la marcará para siempre. Y gracias a esa entereza será capaz de recorrer las  perpetuas llanuras de hielo de Helsinki en las que se esparce la sinrazón de unos crímenes cometidos en nombre del sinsentido y soportando vendavales de incertidumbre mientras una sombra parece acecharla, porque aguantar es vencer.

Porque ambos escenarios están perfectamente plasmados. No ha incurrido el autor en cometer el error de ofrecernos extensas descripciones de esas ciudades tan antagónicas y dispares, sino que nos deja que seamos nosotros quienes percibamos las diferencias, quienes exploremos esos ambientes llenos de oquedades a un ritmo frenético que, en muchas ocasiones, te deja sin respiro, porque sus poco más de cuatrocientas páginas, relatadas por un narrador omnisciente, están divididas en ciento diez capítulos, lógicamente de corta extensión.

 

El lector fiel lleva como subtítulo la siguiente frase:

¿Por qué un autor debería tener miedo de lo que escribe?

Si no te suscita curiosidad, háztelo mirar. Para mí fue el mejor de los reclamos y, francamente, he encontrado la respuesta servida en forma de una trama tan perversa como adictiva, tan desquiciante como hipnótica, como una danza salvaje e irracional en la que el sadismo lleva la batuta. Porque Max Seeck ha urdido una historia bien narrada a la que no le faltan aditivos, entre los que destacan un buen número de asesinatos rituales a cual más escabroso y una investigación enloquecedora en la que la necesidad de ir uniendo detalles relevantes con los que poder descifrar el imponente puzle diseñado por alguna mente diabólica es más que perentoria, hasta el punto de que una vez llegado el desenlace, casi que te quedas frío, helado como un témpano escandinavo, quizás porque no queda muy claro el destino de algunos personajes, algo que, imagino, se explicará en entregas posteriores, pues nos encontramos con el primer libro de una serie.

Esta reseña participa en el reto:



Escenarios de Novela Negra - Nivel "LiteCultureta"

Helsinki: Capital Europea de la Cultura, año 2000



lunes, 14 de febrero de 2022

TODOS LOS DEMONIOS, de Luis Roso

 



DATOS TÉCNICOS:

Título: TODOS LOS DEMONIOS

Autor: Luis Roso

Editorial: Alrevés

ISBN: 978-84-18584-20-6

Páginas: 440

Presentación: Rústica con solapas

 

 

Luis Roso (Moraleja, Cáceres, 1988) es licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de Salamanca y en Filología Inglesa por la Universidad Autónoma de Barcelona. Además, posee un máster de Literatura Española e Hispanoamericana por la Universidad de Salamanca.

Con su primera novela, Aguacero (Ediciones B, 2016), inicia la serie del Inspector Trevejo. Asimismo, fue galardonada con el premio Tuber Melanosporum en el festival Morella Negra a la mejor novela negra novel el mismo año de su publicación. La siguiente de la serie, Primavera cruel, fue publicada en 2018 por la misma editorial. En 2020 el autor cambia de editorial y con Alrevés publica Durante la nevada, abandonando por un tiempo la serie iniciada en 2016 y retomándola a continuación para publicar a finales de 2021 Todos los demonios, el libro del que a continuación os hablaré.

Todos los demonios es uno de esos libros que esperaba como agua de mayo. Llevaba mucho tiempo deseando ponerme a leer esta serie, en concreto desde 2016, año en el que el autor publicó la primera entrega de la que leí un buen número de reseñas y en todas se destacaba, además de su calidad literaria, el hecho de que se había sacado de la chistera a un protagonista muy carismático y que la originalidad de la obra residía en que la acción transcurría en un momento delicado de nuestra historia reciente, ya que se remontaba a aquellos tiempos ingratos de la dictadura, envueltos en la bruma de la década de los cincuenta del siglo XX y, teniendo en cuenta que ese protagonista era un policía, la cosa daba un poco de repelús.

El caso es que por una razón o por otra, nunca encontraba el momento de abordar la obra de Luis Roso y, cuando pude, fue para leer su tercera novela: Durante la nevada, que curiosamente tomaba otros derroteros en cuanto a que el autor había cambiado de tercio y abandonado a Trevejo provisionalmente, pero que me dejaba clara una cosa: Luis Roso es un crack a la hora de ambientar sus novelas, porque sabe crear esa pátina de época tan evocadora como para que el lector se sienta uno más en el entorno en que se desarrolla la acción. Lo bueno, claro está, es que ese abandono de su personaje estrella duraría solo unos meses, como así nos lo confirmó él mismo en un encuentro que mantuvimos en la pasada Feria del Libro de Madrid.

Así que ahora sí que sí puedo decir que he conocido a Ernesto Trevejo, inspector de la Brigada Criminal de Madrid y estoy encantada de ello, sobre todo con esta novela de la que, una vez procesada (leer y procesar no es lo mismo), quiero destacar algo que me ha parecido muy importante:

Todos los demonios es una novela policíaca difícil en su ejecución, toda vez que se trata de una historia de ficción con demasiados tintes de realidad en la que el autor ha hecho un esfuerzo ímprobo para contextualizar el momento histórico en el que transcurre y ambientar con infinidad de detalles ese Madrid que en el inicio de la década de los sesenta era un avispero de espías, de todas las nacionalidades. Un Madrid en el que los huidos del nazismo campaban a sus anchas, saboreando las mieles de una impunidad absoluta ofrecida por un gobierno tan preocupado por reivindicarse ante el mundo como la reserva espiritual de occidente que era demasiado tolerante –e interesado, que tampoco hay que engañarse- con estos personajes, reconvertidos bien en boyantes hombres de negocios o nacionalpensionistas retirados de lo suyo, según el caso; o que, lógicamente,  también servía de puerto franco desde el que recalar a Portugal, cuyo régimen guardaba demasiadas similitudes con el franquista, para pasar de allí a Sudamérica. Obviamente, esos barros llevaron implícitos otros lodos, por lo que estos carniceros que en el crepúsculos de la II Guerra Mundial vieron lo que se les podía venir encima, antes de coger la  excedencia idearon la manera para que otros colegas no tuviesen “problemas de identidad” en sus nuevos destinos, por lo que durante la lectura seremos conscientes de su funcionamiento. Por si fuera poco, no solo de hijos del III Reich está poblado este libro, sino que varios servicios de inteligencia, de otras nacionalidades, como la CIA o el Mosad, estarán al acecho para darles la réplica.

Está claro que con estos ingredientes ni el mismísimo Chicote hubiese sido capaz de preparar un cóctel más refinado que el que nos ofrece Luis Roso, recurriendo como un buen barman, a la clásica fórmula del 2:1:1; es decir, comenzándolo con dos partes de licor, para seguir a continuación con una parte dulce y otra amarga y así conseguir una bebida completamente equilibrada y sutil.

Dicho lo cual, una de las dos partes de licor sería la que os he comentado previamente, ya que esta historia podría considerarse un híbrido de novela de espías y policíaca, así que ahora os hablaré de esta segunda parte que tiene que ver con la trama policial:

En Madrid, un día de agosto de 1960. Jude Kochanski, un ciudadano alemán y judío, director del Goethe Institut, ha sido asesinado en su despacho con evidentes signos de haber sido torturado. Claro que la cosa se complica un poco más cuando al día siguiente se descubre, casi por casualidad, que en un pueblo de Toledo han aparecido los cadáveres de un cura y su asistenta, también con signos de tortura. Poco tardan en relacionar ambos sucesos y una vez hechas las pertinentes indagaciones en el entorno laboral del alemán, en particular tras la declaración de una empleada, parece que hay un nexo de unión entre el sacerdote y el Instituto Goethe y este tiene forma de cuadro.

Hasta ahí todo normal para un aficionado al género negro, ¿verdad?. Pero no lo es tanto cuando el autor nos pone en antecedentes de la situación política que atravesaba en ese momento el país, que tras un periodo autárquico e intervencionista en el que se vio estrangulado a nivel económico y al borde del abismo, empezó a experimentar un crecimiento sin precedentes y, para ello, era vital mejorar su imagen de cara al exterior, que no estaba como para tirar cohetes y esta circunstancia podía causar un incidente diplomático de consecuencias imprevisibles al ser la primera víctima un funcionario de alto rango en una institución gubernamental alemana, por lo que el mismísimo Ministro de Asuntos Exteriores, Fernando Maria Castiella, se persona en el lugar de los hechos y junto al comisario Gabriel Rejas deciden que la investigación corra a cargo del inspector Ernesto Trevejo, el más brillante de los policías con los que cuenta y el único que puede resolver el asunto de la manera más rápida y acorde a sus intereses.

Sin embargo, estos hechos serán solo la punta del iceberg de una trama palpitante con la que Luis Roso consigue que sientas, a cada página que lees, una sorprendente e incómoda sensación de inseguridad, pues la suerte que corre el protagonista, que no deja de meterse en jardines, parece ser la tuya.

La parte dulce nos la proporcionarán los personajes, empezando por el protagonista, que narra la historia en primera persona con el plus que esto supone a la hora de empatizar y más tratándose de un policía carismático, irónico e inteligente. Además, le acompaña un elenco de lo más variopinto y atractivo. Da igual que sean buenos, malos o peores, porque todos están maravillosamente perfilados, son creíbles y actúan acorde a distintas personalidades cinceladas a base de matices y contradicciones, firmeza y adversidades. Gracias a ellos, a los diálogos que entablan, a las situaciones que viven, se plantea la trama y de manera coloquial el autor va introduciendo parte de la mucha documentación que ha ido acumulando para hacer la historia más verosímil.

En la novela se entrecruzan personajes reales y ficticios. Al principio mencioné al ministro de Asuntos Exteriores del momento, perfectamente definido si consultamos la hemeroteca, pero hay otros, como Otto Skorzeny, el destacado coronel de las Waffen-SS, que te quitarán el resuello y, como él, muchos otros.

La parte amarga nos la proporciona el momento histórico en el que transcurre la novela, con un Madrid atestado de espías internacionales, nazis evadidos de su país con el beneplácito de algunos gobiernos occidentales y la colaboración de la Iglesia católica, que no solo eludieron a la justicia, sino que ni siquiera se preocuparon de cambiar su identidad porque gozaban de total impunidad. Por otro lado, está situación dio lugar a la llegada de los cazanazis, que impotentes ante semejante impasibilidad, acometieron por su cuenta y riesgo la localización de los criminales que ellos mismos subrayaron como los más buscados, para organizar, entre todos, un pandemónium de cuidado.

Para resumir, solo os puedo decir que Todos los demonios es una novela compleja en la ejecución, pero impecable sobre el papel, ya que todo lo enrevesado que puede suponer para algunos el “mundo espías”, narrado por Luis Roso adquiere una dimensión espectacular. La historia te devora, te envuelve, te atrapa. Hay momentos en que adquiere ritmo de thriller, otras veces es más pausada. La calidad literaria es innegable y la amenidad es su rasgo más característico.



Esta novela participa en el Reto:

Escenarios de Novela Negra - Nivel "LiteIntrépido"

domingo, 30 de enero de 2022

RETO: ESCENARIOS DE NOVELA NEGRA



Lo decía Juan Gelman y estoy convencida de que estarás de acuerdo con él cuando aseguraba que “Leer es viajar por uno mismo”. Lo sabemos ahora y ya lo intuíamos cuando siendo niños aprendimos con Julio Verne que se podía dar la vuelta al mundo en ochenta días o que adentrarse en las profundidades de la selva podía no solo darnos una lección de vida, sino comprender que la felicidad reside en la amistad, como se deduce en El libro de la selva, de Rudyard Kipling.

Pero más allá de los libros infantiles o de aventuras, existe un género que puede convertirse en el mejor medio de transporte a nada que le cojas el gusto: la novela negra y criminal, ya que es capaz de trasladarnos a diferentes escenarios, todos ellos fabulosos, con los que crear nuestro particular mapa noir. Así que ahora que ya se ha agotado la fiebre de los retos literarios en la blogosfera, llego yo con las rebajas para proponerte uno nuevo que aglutine viajes y literatura, eso sí, teniendo en cuenta que esta última ha de ser muy negra y criminal.

Además, será tan sencillo o complicado como quieras, ya que  serás tú únicamente quien elija el nivel de complejidad que mejor se adapte a tus gustos, claro que eso no lo tienes que determinar todavía, simplemente déjate llevar y espera a ver cómo pasan los meses, porque seguro que te sorprendes viendo que eres capaz de superar cualquier nivel a nada que te lo propongas.

Para ello, solo será necesario cumplir estas sencillas normas:

 

1.- El reto está abierto desde el 1 de enero de 2022 hasta el 31 de diciembre de 2022. Por lo tanto, vale cualquier libro que hayas reseñado desde el primer día del año en curso.

2.- Tienes que ser seguidor de este blog, llevarte el banner del reto al tuyo y, si te es posible, darle un poco de visibilidad hablando de él por redes sociales. Será conveniente que hagas una “entrada” para que pueda hacer un seguimiento del mismo. Cuando la publiques, avísame dejando un comentario en esta con el enlace para que pueda pasarme por ella y vincularla a esta iniciativa.

2.- En todas las novelas reseñadas se ha de haber cometido un asesinato o delito de sangre.

3.- Una novela no puede incluirse en más de un nivel. Tampoco se puede repetir ciudad.

4.- Hay CINCO categorías para que elijas las que más te convenzan para tus propósitos lectores.

5.- Al finalizar el reto se hará un sorteo de libros entre quienes lo hayan completado, otorgándose puntos en virtud del nivel alcanzado por cada participante.

 

1.- Nivel "LiteViajero casual"

Dicen que el viajero casual es aquel que no sabe a ciencia cierta los motivos que le impulsaron a visitar un lugar e incluso cómo llegó allí o de qué manera. Algunos, cuenta la leyenda, ni siquiera saben dónde se encuentran en un momento determinado, hasta pasado un tiempo.

Pues bien, el lector casual sería aquel que lee un libro sin tener una idea previa de su contenido, bien porque ni ha visto su sinopsis o porque no ha leído ninguna reseña o crítica literaria del mismo. Tampoco conoce al autor, o porque simplemente un amigo se lo recomendó sin darle ninguna pista o más información al respecto. Lecturas que se abordan a ciegas y sorprenden.

Si quieres superar este nivel, tendrás que leer tres títulos de estas características:

1.-

2.-

3.-

Si reseñas tres títulos más, serás LiteViajero CasualPlus.

 

2.- Nivel “LiteMochilero"

Si por algo se caracteriza un mochilero es porque acostumbra a viajar “con la casa a cuestas” y siempre lo hace apelando a la economía. También hay lectores que aprovechan las ediciones de bolsillo para ahorrarse unos cuantos euros, ya que son mucho más asequibles, o por otros muchos motivos; de hecho, a raíz de la pandemia, este tipo de formato experimentó un alza muy importante en cuanto a facturación y sigue en aumento.

Por ello, si quieres terminar este nivel, tendrás que reseñar tres novelas que hayan sido publicadas en edición de bolsillo, independientemente de que tus ejemplares sean de otro formato:

4.-

5.-

6.-

Si reseñas tres títulos más, serás LiteMochileroPlus.

 

3.- Nivel "LiteIntrépido"

Al viajero intrépido le encanta arriesgar, por eso no necesita ni brújula ni mapa, su itinerario lo marca la inspiración y la improvisación. Es osado por naturaleza y no teme a nada ni a nadie y, al igual que muchos lectores, se mueve por los barrios marginales como pez en el agua. Por ello, es capaz de reseñar tres novelas distintas cuyas tramas transcurren en este tipo de ambientes:

7.- TODOS LOS DEMONIOS, de Luis Roso

8.-

9.-

Si reseñas tres títulos más, serás LiteIntrépidoPlus.

 

4.- Nivel “LiteTrotamundos”

Un trotamundos es un aficionado a los viajes que busca en ellos experiencias vitales. No tiene nada programado, aunque sí que planifica, porque descubrir el mundo es su máxima aspiración.

Con el lector trotamundos de novela negra sucede lo mismo: cada novela es para él una experiencia vital y le gusta descubrir historias que sucedan en cualquier parte del mundo, para trasladarse allí, conocer nuevas culturas e impregnarse de un entorno único que solo tiene en común con otros ya conocidos el que los asesinatos son universales.

Por ello, para superar este nivel, tendrás que leer cinco novelas cuya acción se desarrolle en un continente diferente:

10. África:

11. América:

12. Asia:

13. Europa:

14. Oceanía:

Si reseñas otros cinco títulos más, cada uno de un continente, te convertirás en LiteTrotamundosPlus.

 

5.- Nivel “LiteCultureta”

Creo que la palabra “cultureta” no necesita definición. El que más y el que menos ha tenido que soportar a unos cuantos a lo largo de su vida. Sin embargo y, dado que existen a nivel viajero, ¿por qué no nos inventamos una interpretación para aplicarla a este apartado?. Pues a mí se me ocurre que podría ser la de aquel lector que gusta de novelas que transcurren en capitales europeas de la cultura. ¿Os parece?.

De este modo y dado que la oferta es abundante, ya que hasta la fecha hay 61 ciudades de 33 países distintos (cinco de ellas españolas), para resolver este nivel habrá que reseñar cinco novelas que transcurran en cinco ciudades europeas distintas:

15.- EL LECTOR FIEL, de Max Seeck (Helsinki, año 2000).

16.-

17.-

18.-

19.-

Te convertirás en LiteCulturetaPlus si reseñas otros cinco títulos más de otras tantas ciudades distintas a las anteriores.

 

Para que pueda hacer un mejor seguimiento del reto, a la hora de publicar la entrada podéis añadir esta tabla donde ir incluyendo las reseñas publicadas según el nivel:

RESEÑAS
Casual Mochilero Intrépido Trotamundos Cultureta
RESEÑA
RESEÑA MADRID RESEÑA HELSINKI
RESEÑA RESEÑA RESEÑA RESEÑA RESEÑA
RESEÑA RESEÑA RESEÑA RESEÑA RESEÑA
RESEÑA PLUS RESEÑA PLUS RESEÑA PLUS RESEÑA RESEÑA
RESEÑA PLUS RESEÑA PLUS RESEÑA PLUS RESEÑA RESEÑA
RESEÑA PLUS RESEÑA PLUS RESEÑA PLUS RESEÑA PLUS RESEÑA PLUS
. . . RESEÑA PLUS RESEÑA PLUS
. . . RESEÑA PLUS RESEÑA PLUS
. . . RESEÑA PLUS RESEÑA PLUS
. . . RESEÑA PLUS RESEÑA PLUS


Si os apetece, podéis crearos un mapa interactivo donde ir añadiendo cada libro en su escenario preciso (aunque es sencillo, si tenéis dudas o problemas al respecto, ponedme un mensaje y os ayudo con él):



PARTICIPANTES

Margari, del blog Mis lecturas y más cositas

Pilar, del blog Desde el Redondal

Rosa, del blog La vida no basta

Mari, del blog La Isla de las Mil Palabras

María ML, del blog Leyendo en K

Ángela, del blog Anduriña

Carolina, del blog Libros por doquier

Marga Ramón, del blog Libros y Excursiones

Isabel, del blog De buena tinta